Dayana era una chica mexicana, como cualquier otra. Tenía sueños que quería cumplir a cualquier costo, trabajadora y solitaria. No mal entiendan, tenia amigos pero prefería andar por la vida caminando sin necesidad de nadie ...
Llega esta nueva hist...
Llegue a Madrid, y me asombra hasta el aeropuerto. Era obvio que los mexicanos y los españoles éramos diferentes, y es que nos conquistaron, y no estoy diciendo que somos tontos o ignorantes, pero es que estos malditos conquistadores parecen perfectos. Aparte de atractivos, su cultura es bella, ellos son bellos.
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En fin, me apresure a buscar algún taxi que me lleve a mi hotel necesito dormir, aunque sea un par de horas, y así fue, hasta mi hotel que no era 5 estrellas, pero era decente se veía hermoso.
Mi idea era esperar en Madrid solo un día porque debía llegar a Italia para el GP de Imola, confiando y con las ilusiones altas poder ver a los ferraris boys.
Ese día en Madrid me la pase dormida porque siendo sincera es que el viaje me había tirado por completo, ese bebé llorando me enveneno y no me dejo dormir bien.
Avise a mis padres que dormiría porque acá aún era temprano y el vuelo lo había sentido un poco pesado.
Y así fue, dormí como una bebé, al despertar tenía mensajes de mi padre, y de una de mis hermanas.
¿Les comenté que tengo 3 hermanas?
Bueno solo con una me llevo muy bien, y es que yo siempre dije que ser la hermana de en medio, la pacifica, la que no se mete con nadie, y la que siempre anda sola es una de las cosas que más les molesta a las otras.
En fin, esta hermana la mayor, con la que mejor me llevaba estaba
¿preocupada por mí?
Respondí, y tuve que salir a buscar a ver que comería, y si les soy aún más sinceras es que estaba tan acostumbrada a la comida mexicana que me asustaba un poco no saber que comer en este lado del charco.
Pero eso era parte del viaje ¿no?
Conocer hasta nueva comida, y así no fue en este momento, porque encontré un local con comida mexicana y aunque no sabía mal tampoco sabía cómo debería.
Pero al menos lleno mi estómago, y me dispuse a recorrer un poco de Madrid, tenía un vuelo a Italia al día siguiente, pero aun que se suponía que Madrid seria mi último país por conocer, no me detuve en ese momento y es que era hermoso.
Recorrí parte de la ciudad hasta que me di cuenta de que era tarde, no tengo tan buena memoria, pero inmortalicé como volver a mi hotel caminando.
En ese camino me percate que había mexicanos más de los que imaginaba, y eso que era un pueblo del que catalogaban como "pobre" pero éramos tan buenos persiguiendo nuestros sueños pues ahí andábamos.
