Dayana era una chica mexicana, como cualquier otra. Tenía sueños que quería cumplir a cualquier costo, trabajadora y solitaria. No mal entiendan, tenia amigos pero prefería andar por la vida caminando sin necesidad de nadie ...
Llega esta nueva hist...
Canción recomendada: Month to a flame - the weekend
Aquella noche que me fui en la madrugada de Abu Dhabi, decidí dar por muerto el amor que le tenía a Dayana. Claro que me costaba no pensar en ella, pero prefiera estar ocupado. Me fui directo a Paris desahogué mis penas realizando un pequeño acetato con uno de mis amigos Sofia Pamart, era un disco que quise dedicárselo a ese par. Soñadores, lo titule.
Me pase toda esa semana en París, diario recibía llamadas y mensajes de todos. Carlos, Gasly, Joris incluso Dayana, al único que le dije dónde y cómo estaba era Andrea, y le encomendé la tarea de buscar un departamento para mi hijo y lo logro en un par de días. De igual forma había decidido darle la nacionalidad, no me molestaba que fuera mexicano, pero me sentía más cómodo que también llevara la mía.
Había terminado mi relación con Charlotte, o ella conmigo porque me encontró mensajes con Alexandra si, mi ex. Y desde que me reencontré con Day, no había dejado de hacerlo, de hecho, me había visto un par de veces con ella, éramos como algo... no sé qué, pero algo. Me sentía tan perdido en mi mismo, que hice un par de estupideces estando con Alex.
Alexandra no había tomado de la mejor manera que tenía un hijo con Dayana, pero le gustara o no Mau era mi prioridad y lo iba a poner por encima de quien fuera. Me repitió más de una ocasión que no conviviría con él, y estaba en todo su derecho. Pero yo no me alejaría de él.
Había solicitado que Dayana estuviera en Mónaco para el cumpleaños de Mauro, quería tenerlo cerca y a ella, al final moría por verla. Así que llegue el mismo día que ellos a Mónaco, solo que ella ya había oficializado su relación con Norris, y verlos llegar juntos me revolvió el estómago. Lo único en lo que pensé fue en llamar a Arthur para que terminara de recoger a mi hijo en el aeropuerto.
Cuando llegue a casa de mi madre, Mau solo le basto verme para correr a mis brazos.
- Hola, guapo ¿Cómo estás? - le dije tomándolo en mis brazos y abrazándolo
- ¿Dónde estabas? - dijo molesta mi madre
- Estoy bien madre, ¿Cómo te cae este muñeco? Hermanos - dije saludando a Arthur y Lorenzo, seguido de darle un beso en la cabeza a mi madre.
- Dije dónde estabas Charles Marc Perceval
- Madre, voy llegando. Estoy bien, por favor - le dije sentándome en el sillón
- Marc Perceval, mi madre te está pidiendo explicaciones - respondió molesto Lorenzo
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Eche mi cabeza hacia atrás, me sentía sin ganas de discutir con mi familia. Solo quería irme a mi recamara con mi hijo. Pero su sonrisa me hizo saber que todo estaría bien.
- En Paris
- ¿Y la madre de tu hijo, porque no está aquí?
- Porque no la quiero cerca de mí, por eso madre. - respondí bajando a Mau de mi regazo
