Dayana era una chica mexicana, como cualquier otra. Tenía sueños que quería cumplir a cualquier costo, trabajadora y solitaria. No mal entiendan, tenia amigos pero prefería andar por la vida caminando sin necesidad de nadie ...
Llega esta nueva hist...
Esa noche algo cambio dentro de mí, ok me acorde de la película de Toy Story, que era una de las favoritas de Mauro. Decidí confirmar mi relación con Lando Norris, ahora era una más de las wags, había pasado una semana desde que vi a Lecrec en Abu Dhabi, y no teníamos comunicación alguna. Pero Andrea me comento que quería que viajara a Mónaco por el papeleo del apellido, así que mi nuevo novio Landito nos acompañó. Al final no quería más problemas con Charles Lecrec. El abogado de Lecrec me había dicho que además del apellido, Marc quería que le dieran la nacionalidad monegasca a Mau. Y debía firmar unos papeles, en cuanto llegamos a Mónaco nos recogió Andrea en el aeropuerto.
- Vengo por Mau.
- Por lo menos déjame respirar, carajo – le respondía a Andrea, que al final ninguna culpa tenia
- ¡Hey, hey! Yo me llevo a mi sobrino – grito Arthur, hace tiempo que no lo veía y dejo de mensajear supongo que cuando se enteró de lo que era verdad.
- Arthur – dije apenada
- Llévate las cosas a la camioneta, esta Lorenzo en ella. Gracias Andrea. – me miro con cara de querer matarme, me retiro a Mau de los brazos – Si estoy muy molesto contigo porque no me tuviste la confianza de decirme lo que pasaba, pero bueno tus razones tendrás. – me abrazo y dejo un pequeño beso en mi cabeza, saludando también a Lando – esos son tus problemas con mi hermano. Ahora yo me llevo a este principito y ustedes se van al nuevo depa, yo lo arregle y espero les guste. Es tu nueva casa, bueno es de Mauro se la compro su papá según eso dijo Ilpredestinato, pero sabemos que es para ustedes. ¿Salimos por la noche por un café? ¿Si te la puedo robar, verdad Lando?
- Claro, no tengo problema
- Espera como ¿Charles compro un departamento para nosotros? – dije mirando las llaves
- Si, y espera que te quedes ahí para comodidad de Mau. El chofer los llevará – señalo el taxi - ahora yo me voy, porque si no el papá se volverá loco. Dile adiós a mamá
- Pórtate bien, cariño, y Arthur por favor cualquier cosa llámame
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Arthur se perdió con Mauro en brazos, estaba un poco intranquila porque era la primera vez de Mau con personas nuevas, aunque fueran su familia. Sorprendida por el hecho de que Lecrec nos había comprado un departamento en Mónaco y queriendo preguntar por él, saber cómo estaba. Pero no podía, por Lando. Era mi novio ahora. Así que subimos al taxi, y el chofer nos llevó a un edificio muy bonito, privado. Entramos Lando y yo, y el portero supongo que ya sabía quién era.
- Señora Lecrec, este es tu duplicado de la llave que su marido me pidió. – señora Lecrec no se escucha mal, pero no me podía emocionar porque bueno…
