Dayana era una chica mexicana, como cualquier otra. Tenía sueños que quería cumplir a cualquier costo, trabajadora y solitaria. No mal entiendan, tenia amigos pero prefería andar por la vida caminando sin necesidad de nadie ...
Llega esta nueva hist...
canción recomendada: Beautiful thinsg - Benson Boone
Había sido un agotador día de trabajo, incluso para Mau. Se la paso de garaje en garaje porque los pilotos estaban vueltos locos por él. Me encantaba eso, pero supongo que no era tan bueno para Mauro, Charles tuvo que llevarlo con él en más de una ocasión porque casualmente (es obvio que no) el pequeño príncipe de Mónaco quería sus brazos. Yo solo moría de risa, cuando Charles jugaba con él fingiendo que no lo veía porque Mau entraba en desesperación por sus brazos.
Al anochecer habíamos quedado de cenar en casa en Joris, incluso Carola nos acompañaría estaba de visita en la Ciudad y aún no había podido conocer a mi bebé. Los primeros en llegar habían sido Lando y Carlos, el dúo de siempre. Se habían convertido en mis personas favoritas junto con Joris, estábamos cocinando o jugando. No lo sé, porque Lando y yo nos comíamos a besos, me gustaba Lando en serio, me encantaba pasar tiempo con él y amaba el hecho de que Mau se sintiera muy cómodo con él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Basta Landito - le decía, mientras limpiaba mi nariz
- Oh, vamos cariño. Hasta a él principito de Mónaco le gusta que te coma a besos, ¿verdad campeón? - decía mientras besaba mi hombro.
Se escucho que tocaron la puerta. Pero entre las risas que tenía con Lando, y ver a mi bebé reír desde su silla con todo lo que hacía el británico, me sentía hasta débil. Lando me tomo por la cintura, pegando mi cuerpo al suyo, enrede mis manos alrededor de su cuellos, dejando besos en su rostro. Haciendo que también se llenara de helado, y el reía mucho, mientras me dejaba pequeños besos en mis labios, haciendo que Carlos negara con la cabeza. Haciéndonos saber que estaba harto de que solo riéramos y no ayudábamos de mucho.
- Basta chicos, nunca ayudan con la cena - decía dejando una gota de helado en la nariz de mi pequeño Mau
- Ella, ella siempre quiere que la bese.
- ¡Oh! Por favor Lando, tú eres un tramposo.
Cuando por la puerta cruzaron Joris y Charles, había llegado y ni siquiera me había dado cuenta de que el monegasco estaba en mi casa.
- Buenas noches, disculpen por interrumpir
Me separe de golpe de Lando, al final no quería que Marc me viera así con él, si ya sé es doloroso para Norris que juegue de esa manera. Pero yo sabía que seguía amando a Charles Lecrec, y Norris lo sabía, en alguna plática le comenté cuando recién comenzamos nuestro romance, y él entendió, o eso me hizo creer.
- Lord Perceval, llegas justo a tiempo para ayudar. - dijo Carlos
- Hola Charles - respondí buscando una servilleta para limpiarme la cara
