CAPÍTULO 44

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Carmen ya ha entrado al quirófano, mientras Esther y Leonardo se encuentran en la sala de espera.

- Gracias por traerme Leonardo, pero me quedaré hasta que la operación termine y yo me puedo ir sola a mi casa – dijo Esther

- No me importa cuánto demore, yo me quedo

- Pero no tienes por qué molestarte, ni siquiera conoces a mi amiga

- Eso no importa, yo me quiero quedar a tu lado

- Bueno...gracias. -dijo Esther aun dudando de las intenciones de Leonardo

En ese momento alguien más entra en la sala de espera

- Hola Esther

- Oh...hola Daniel cuanto tiempo sin verte (se abrazan)

- Ah mira es Leonardo Belmonte...un...amigo ...del trabajo – dijo Esther (dudando)...él es Daniel Zapata cuñado de mi amiga

- Ah mucho gusto Leonardo – dijo Daniel (dándole la mano)

- El gusto es mío Daniel – dijo Leonardo dándole la mano también

- ¿Y alguna novedad? – pregunto Daniel

- Todavía ninguna Daniel Carmen sigue en el quirófano Gustavo y Cirilo la están operando-dijo Esther

- ¿Gustavo es tu primo verdad?

- Si, ¿lo conoces?

- Si, lo conocí hace un par de semanas cuando Carmen fue a mi casa a ver Marianita

- Ahhh Marianita ¿Y cómo esta ella?

- Pues yo soy su padre y está mal que lo diga, pero está más grandota y más linda cada día

- ¿Y por qué no vino contigo?

- Ah la deje en casa con Isabel su nana...tu sabes es complicado que dejen entrar niños a los hospitales además tenia escuela hoy, pero hablaré con Cirilo para traerla mañana.

- Entiendo...

Sin darse cuenta Daniel y Esther abarcaron toda la conversación, olvidándose de la presencia de Leonardo, él se sintió un poco incomodo, encendió su celular y comenzó a ver las redes sociales, en eso reviso su registro de llamadas:

- Mafer Martínez (15 llamadas perdidas)

- Perdón ya vuelvo...debo atender unas llamadas – dijo Leonardo

- Ah ...si claro – dijo Esther (casi sin darle importancia)

Leonardo se retira a un lugar muy apartado para poder hablar con Mafer sin que Esther escuche

- ¿Aló Mafer?

- Vaya por fin contestas, ¿Dónde diablos estas Leonardo?

- Estoy ocupado, ¿Qué pasa para que me buscas?

- ¿Cómo que para que te busco? ¿No recuerdas que quedamos en vernos en el parque que está cerca de la Constructora Belmonte?

- ¡Ay Mafercita mi amor es cierto lo olvide ¡

- ¡¿Cómo que lo olvidaste?!

- Es que tuve un contratiempo con el auto, he estado en el taller toda la mañana (miente) creo que no podre ir a recogerte, es más creo que mi auto se quedará varios días en reparación

- ¡Eres un idiota Leonardo! y ahora ¿qué voy a hacer aquí? ¡Tendré que irme sola!

- ¡Oye, oye tampoco me grites ¿eh? Te recuerdo que tú y yo no tenemos ningún compromiso, no te debo explicaciones de nada ¿Entendido?

TRIANGULODonde viven las historias. Descúbrelo ahora