TRIANGULO

CAPÍTULO 69

Carmen, Daniel e Inés han llegado a Rio de janeiro y tan pronto como pudieron llegaron a casa de Clara, la primera en recibirlos es Marianita

- ¡ Papá, tía Carmen, qué bueno que estén aquí, ya los extrañaba tanto! - (Los abraza)

- ¿Cómo etas mi amor?- dijo Carmen

- Bien feliz de verlos ¿Y mi mamá?

- Ella está en Sao Paulo en casa de una amiga

- Ahhh

- Pero hemos venido a llevarte con ella – dijo Daniel

- Qué bueno

- Pero antes debemos hablar con tu abuelita ¿Dónde está ella?

- Esta en su habitación, pero no quiere salir

- No importa nosotros entraremos a verla – dijo Carmen

- ¿Y quién es ella? – dijo Mariana (señalando a Inés)

- Oh ella es mi mamá, se llama Inés – dijo Carmen

- Si mi abuelita Clara me dijo una vez que tú tenías otra mamá

- Si es un poco largo de contar, pero lo hare después ¿sí?

- Afuera esta mi auto, ve con Inés mientras nosotros hablamos con tu abuela – dijo Daniel

- Si papá

- Vamos Marianita – dijo Inés (la toma de la mano)

- ¿Oye y también te puedo decir abuelita?

- Claro que sí, si tú quieres

Mariana e Inés salen

-

Carmen y Daniel recorren la casa hasta llegar a la habitación de Clara, la puerta está entre abierta, Daniel empuja un poco y entra, ambos ven a Clara y Joao teniendo intimidad, ellos se detienen y los miran sorprendidos:

- ¿Qué hacen ustedes aquí? – dijo Clara

- ¿Es que acaso no tienen pudor? Al menos deberían cerrar la

- puerta con llave, ¿No se dan cuenta que Marianita podría verlos?

Clara se cubrió lo mejor que pudo con una sábana, se levantó rápidamente y dijo:

- ¡Mariana sabe que tiene estrictamente prohibido entrar en mi habitación igual que ustedes tienen prohibido entrar a esta casa!

- Tu empleada nos abrió- dijo Carmen

- Esa inútil la voy a despedir...pero ¿Con que derecho me invaden de esta manera?

- Necesitamos hablar contigo, te damos cinco minutos para que te vistas y salgas a la sala – dijo Daniel (él y Carmen salen del cuarto)

- ¡Tu idiota levántate, ayúdame! – dijo Clara

- Caray tan bien que lo estábamos pasando y nos interrumpen

- ¡Solo eso te interesa ¿no? eso y mi dinero!

- No digas eso mi reina tú sabes que te quiero – dijo Joao (miente, le besa el cuello)

- Bueno, bueno ya para y vístete rápido...

Minutos después Clara y Joao, salen a la sala

- ¿Dónde está Mariana donde se la llevaron? – dijo Clara (gritando)