TRIANGULO

CAPÍTULO 83

Habitación de Esther y Alberto, faltan pocas horas para las bodas, Esther está terminando de arreglarse (se mira en el espejo) ...Alberto entra:

- ¿Estas lista amor?

- Si, cariño ya casi, ¿Te gusta este vestido? – pregunto Esther (se da una vuelta, luciendo un elegante vestido, sonríe coqueta)

- Te ves hermosa mi vida, vas a opacar a las novias

- Jajaja eres un exagerado, dices eso porque me quieres

- No solo te quiero, te amo Esther (le da un pequeño beso en los labios)

- ¿No te importa que me esté poniendo tan gorda? Mi barriga de tres meses parece de seis

- Es natural recuerda que serán gemelas – dijo Alberto (le acaricia el vientre)

- ¿Tan seguro estás de que serán niñas?

- Bueno si me gustaría, pero sobre todo quiero que estén bien y tú también

- Todo saldrá perfecto no te preocupes ...(lo besa en la mejilla)

- No uses tacones muy altos puede ser peligroso

- Lo sé

- He pensado que deberías ausentarte un tiempo de la Constructora

- ¿Qué?

- Es lógico amor solo por unos meses hasta que des a luz

- Bueno si Alberto tienes razón, aunque yo había pensado en algo más que unos meses

- ¿Qué quieres decir?

- Mas que una licencia, quisiera que me concedas renunciar

- ¿Renunciar? Pero ¿Por qué? Tú eres mi jefe de personal, mi mano derecha

- Es que quiero dedicarme a cuidar de nuestros hijos al menos durante sus primeros años...además me gustaría estudiar un postgrado

- ¿En serio?

- Si, siempre he querido obtener un doctorado en arquitectura, así dentro de unos años cuando retorne a la Constructora podre ayudarte mejor.

- Pues no es mala idea pero...¿Quién ocuparía tu puesto como jefe de personal?, recuerda que Valeria también se casará pronto con Davi y se ira a trabajar a la empresa Rovinovich

- ¿Y por qué no le das ese puesto a Mafer?

- ¿A Mafer, crees que esté lista?

- Claro, vamos amor hace mucho que Mafer desea un ascenso y se ha esforzado mucho en la universidad y criando su bebé

- Si creo que lo merece...gracias por hacer que me dé cuenta ¿Qué haría yo sin ti?...(la toma de la cintura)

- Pues creo que estarías perdido

- Es cierto Esther

- Y yo... también Alberto

Se besan

Bueno ya vámonos que se nos hace tarde...no me quiero perder cuando entren las novias – dijo Esther