CAPÍTULO 55

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Mientras tanto Esther y Alberto han llegado a la universidad...Alberto llega a la oficina de informes:

- Efectivamente señor Belmonte, su hijo estudio en esta universidad en la facultad de administración de empresas, pero eso fue hace tres años, el solo asistió a clases durante los primeros seis meses – dijo el empleado

- ¿Cómo dice?

- Leonardo solo curso el primer semestre de estudios, desgraciadamente reprobó todos sus cursos, ni siquiera alcanzó el mínimo de créditos y tuvimos que retirarlo de la universidad

- ¡Eso no puede ser yo he estado pagando sus estudios desde hace tres años!

- Señor lo lamento, pero aquí no tenemos registro de sus pagos, usted mismo puede ver sus cuentas, ni siquiera pago el único semestre que asistió

Alberto estaba en shock, no podía creer lo que escuchaba...Esther pone una mano en su hombro:

- ¿Esta bien don Alberto?

- Si...si señorita Marcos será mejor irnos de aquí ....

Alberto y Esther salen de la universidad. Ambos entraron al auto pero Alberto no pudo arrancar

- Señor ¿Esta bien? ¿Quiere decir algo?

Alberto respiro hondo y solo murmuraba:

- ¡No, puede ser...no puede ser...!

- Señor yo...

- ¡Es que no puede ser señorita Marcos, desde que Leonardo era un niño, trabaje muy duro y ahorre cada real solo pensando en el día en que podría enviarlo a la universidad, para darle una carrera, solo quería que fuera un hombre de bien ....pero solo es un ladrón!

- Señor hable con su hijo el debe tener una explicación

- ¡¿Explicación?, no necesito ninguna explicación yo se lo que paso ¡, Leonardo me engañó durante tres años, haciéndome creer que venia a la universidad y se gasto el dinero que yo le dada en mujeres, juergas y quien sabe que mas!...señorita Marcos usted sabe que no me importa el dinero, pero lo que me duele es que mi hijo no valora el esfuerzo que hago por el...ese dinero es mi esfuerzo y mi cariño de tantos años tirado a la basura, no es justo...no es justo!

Alberto esta muy afectado, no puede mas llora de impotencia y de rabia, Esther está muy sorprendía es la primera vez que ve a un hombre llorar

- Señor Belmonte, ¿esta llorando?...por favor no lo haga no soporto verlo así

- Perdone señorita, no pude evitarlo...no comente esto con nadie por favor (se seca las lágrimas con un pañuelo)

- No se preocupe por supuesto que no diré nada

En ese momento Esther sintió ganar de abrazar a Alberto y consolarlo, pero se contuvo

- ¿Me haría un favor señorita Marcos?

- Claro ¿Cuál?

- ¿Puede conducir mi auto?...yo....no me siento nada bien

- Esta bien lo llevaré a su casa

Esther arranca el auto y conduce hasta la mansión de Alberto

Al llegar ambos se quedan de pie en el jardín

- Perdóneme señorita Marcos se supone que soy yo quien debía dejarla en su casa

- Eso no tiene importancia señor Belmonte

- Hoy es domingo y mi chofer no está pero al menos déjeme pedirle un taxi ¿si?...ya mañana tendrá su auto

- Esta bien

Alberto hace una llamada y...

- Bien el taxi llegará en cinco minutos

- Oiga señor Belmonte...¿usted y yo...somos amigos?

- ¿Cómo dice?

- ¡Es que... no me lo tome a mal sabe...yo sé que es mi jefe y eso ...pero yo quería saber si me considera su amiga! – dijo Esther (muy nerviosa)

- Si, claro que si señorita

- Entonces yo...¿puedo darle un abrazo? (Más nerviosa)

- ¿Qué?

- Un abrazo...es que lo veo muy triste (mucho más nerviosa)

- Me haría muy bien – dijo Alberto (sonríe) (se abrazan)

- Yo solo quería decirle que...todo va a estar bien y todos en la Constructora lo queremos y lo respetamos mucho

- Gracias Esther, me siento mejor

En ese momento el taxi llega:

- Bu...bueno adiós señor – dijo Esther

- Hasta mañana señorita Marcos

Esther se va corriendo nerviosa y sube al taxi mientras Alberto la ve alejarse

Esther sube al auto en el asiento de atrás y piensa:

- ¿Pero cómo Leonardo puede ser tan malo con su propio padre?...!el señor Alberto no se merece eso...no se lo merece!

Esther llora de cólera y de pena...

CONTINUARÁ...   

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