Te odio y te amo |Dominik Santorski ☢RESUBIENDO

Capitulo XXVIII

Por primera vez me sentía atemorizada. Quizás no tanto como para sentirme insegura, o débil, pero si estaba muy angustiada por la estúpida amenaza de Damian. 

>>Puto Damian, que se joda

No paraba de pensar esta frase cuando lo veía por algún lugar de la escuela. 

—Maldito imbécil —Dije mientras Janine veía su celular

Ella bajó el móvil para ponerme atención, a pesar de que yo hablaba más para mi que para que alguien escuchara.

—¿Por que tanto amor al mundo, Moni? —preguntó sonando graciosa

Oh si, ya me extrañaba que hubiese pasado tanto tiempo sin llamarme así. 

—¿Tú eres buena amiga, verdad? — la miro como un cachorro

—Pues... dependiendo la situación —achica los ojos— ¿Qué pretendes?

—¿Me ayudas a raptar, matar y tirar al río a alguien? — sonrío maliciosa.

Comienza a reír desenfrenadamente. Típico de ella, reírse de cosas que no dan gracia.

—¡No te rías, imbécil! Estoy hablando en serio —esbozé una sonrisa y le golpeé el hombro 

—Claro, se me olvida que uno anda por ahí matando a los que caen mal porque no importa que te lleven presa — alzó los hombros —Ahora, ya enserio — me miró atenta — ¿A quién odias tanto? 

Suspiré y me apoyé en el casillero. 

—No, no digas nada —se acercó Janine, para no obstaculizar el pasillo —Ya se quién es

Tomó un gran mechón de su cabello y se lo tiró por encima de un ojo. Luego se acercó a mi con una mueca que no supe interpretar. Era como intentando ser seductora, pero a la vez con cierta burla.

—Hola, bebé — habló en un tono grave— Escuché que me estas engañando con Dominik. ¡Ah! Es cierto, no somos novios, pero igual te seguiré jodiendo hasta que me ames.

La miré confundida. Pero ya entendía lo que hacía.

—¿Es él o no? —me miró interrogativa

—Pues, si eso que acabas de hacer es una imitación de Damian, si. Es él 

—¡No soy actriz! —soltó una carcajada — Pero me da una risa, es que siempre quiere sonar tan seductor con esa voz tan profunda tipo locutor 

Abrí los ojos como platos. 

—Hum... Janine, creo que... mejor cállate. 

—¿Porque? ¿Acaso estás defendiendo a ese...? ¿Cómo es que le decíamos? 

Ah, demonios. Ya para que callarla.

—Janine ¿Quieres irte? Necesito hablar con Monika —habló Damian. Janine puso una expresión de susto y no se volteó — Y si, soy el chico que siempre quiere sonar seductor. Ahora, fuera.

Janine se volteó con enfado en su expresión.

—¿Perdón? ¡Quién demonios te crees, Damian! No vas a venir a ordenarme lo que hacer o no.

—Y tu no vas a venir a burlarte de mi. ¿Estamos a mano, o no? Largo, quiero hablar con ella.

—Ya basta — ambos voltearon a mi —Damian, tu lárgate que no quiero verte

—¿No quieres verme? —sonrió irónico —Te conviene querer verme y escucharme. Dile a tu amiguita, que se largue. Esto no es algo que quiera hablar en frente de ella.

—Ah, ya jódete Damian — me di media vuelta y comencé a alejarme.Hasta que su voz me detuvo.

—A que no te adivinas quien fue a hablar con Dominik hace unos días —soltó con sorpresa fingida —¡Oh! Creo que estos temas no se cuentan gritando de extremo a extremo ¿O si? 

Que irritante tono de voz. Me devolví en mis pasos.

—Cállate

—¿No quieres oírme? —se acercó a mi con una sonrisa provocativa.

Lo único que provocaba en mi, es querer atizarle una bofetada.

—Que te calles, idiota — lo miro desafiante — Lárgate ya, y déjame en paz

—Bien —aleja su rostro del mío —Supongo que te interesa una mierda tu noviecito, ya que no quieres saber lo que Danielle me contó. Lastima

Bastaron tan solo estúpidas palabras de parte de él, para que yo cayese como idiota en su juego. Era un tipo tóxico.

—Hum, yo me iré. Luego te alcanzó Monika — me sonríe Janine —Cuidado con este animal.

Se alejó al tiempo en que Damian le dirigió una mirada terrible.

Ante mi silencio, él no perdió tiempo y siguió envenenándome.

—Danielle fue a casa de Dominik

—Ya lo habías dicho — contesté

—Le dijo todo —soltó 

Mi rostro palideció. 

—¿Q-qué es todo? — tartamudeé

—Pues...básicamente que nos encontró recostados sobre un banco en el parque —las comisuras de sus labios se elevaron

Me dieron unas ganas feroces de matarlo. 

—¡Maldito imbécil! —comencé a golpearlo en el pecho

Pero claro, mis fuerzas son semejantes a las de una hormiga, así que se liberó de mi fácilmente. Me tomó de las muñecas y me empujó contra el casillero. Agradecía que no hubiesen muchas personas rondando el pasillo. Eran los horarios extra de la tarde, por lo que no había casi nadie.

—Cállate. Y no vuelvas a intentar golpearme, o voy directo a donde Dominik y le digo que te fuiste como una ofrecida a lanzarte a mi — me miraba furioso

Menudo imbécil. 

—¿Cómo ofrecida a lanzarme a tí? Ya basta. Mete en esa cabezita inútil que tienes, que yo no te quiero — lo miré desafiante y firme —No me gustas —hablé arrastrando cada sílaba

Me volvió a empujar con más fuerza contra el casillero. Pero la rabia me consumió. Levanté la rodilla y lo golpeé. No, no ahí, si no en la boca del estómago. A pesar de que no tengo muchas fuerzas, se quejó bastante y me dio tiempo de irme de allí. Quería que esto fuese mentira. Me encontraba suplicando mentalmente tener de vuelta a Dominik. ¿En que momento lo perdí? ¿O él me perdió a mi? ¿Cómo pasó todo tan rápido y de forma tan estúpida? Lo que más quería en estos momentos era que Dominik fuera tan celoso como quisiera, me importaba una mierda. Yo lo quería de vuelta. Lo quería a él, y que no importara nada ni nadie más.

Salí hecha un lío en la cabeza a punto de estallar, cuando a la entrada de mi casa estaba Danielle. Me sorprendí un montón. Y esto me daba mala espina, de seguro venía a joderme con el tema de Damian. Pero para mayor sorpresa de la que ya tenía, Danielle se levantó de la escalerita del asfalto en el que estaba sentada para sonreírme. Sonreírme. ¿Cómo podía sonreírme si venía a buscarme pleito?

—Monika —musitó —Necesito hablar contigo. Espero y...tengas un pequeño tiempo. 

Su voz expulsaba ternura. Y eso era raro. 

N.A: Creo que es corto. No aparece mucho Dominik, pero en los próximos si aparece y mucho.

Así que... la seguiré si veo comentarios