Capítulo XXIII

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El lunes siguiente, recién volvimos a hablar.

Me miraba enojado, al igual que las veces en que se había enfado conmigo antes. Esa expresión de rabia, decepción, frialdad y toda una mezcla que me hacía sentir angustiada cuando me miraba.

En uno de los recreos, Dominik estaba sentado en uno de los bancos de la escuela, escuchando música y mirando enojado hacía la nada. Me dió incluso hasta miedo acercarme. Su expresión era de una seriedad absoluta.

- Hey, Dominik - le sonreí amigable

Solo obtuve una mirada distante.

-Hum, con que no me saludarás ¿Eh? - volví a hablar

Siguió ignorandome.

-¡Dominik! - le quité los audifonos - ¿Qué te sucede?

-¿Qué me sucede? - dijo irónico riéndo - ¡Vamos! Te lo dije una vez, ¡Date cuenta sola de lo que haces!...

-¿Es por que hablé con ese chico en la fiesta? Dominik, era un chico que acababa de conocer, yo ....

-No - me interrumpió - Es eso, es Damian, son todos. No soporto verte con otros chicos - habló serio

Me senté a su lado y me acerqué lentamente a él.

-No te enojes, mi amor - le susurré al oído - Soy solo tuya

Luego baje a su cuello y dejé una pequeña huella. Dominik ladeó la cabeza.

-No me beses el cuello... - habló

Me estaba empezando a enfadar.

Pero agregó:

-O no responderé de mis actos... - sonrió y se acercó a mí.

Rozó suavemente su labios con los míos, para luego tomar con fuerza el rumbo del beso. Sabía perfectamente como hacerme alucinar. Tomó mi cintura con fuerza atrayendome hacía el mientras seguíamos sentados en el banco.

-¡Bravo! - gritó una chica aplaudiendo

Ambos nos separamos y volteamos.

-¿Qué demon...?

-Shhh, cállate - sentenció Danielle.

¿Qué demonios hacía esta tipa, primero jodiendo y segundo haciéndome callar?

-No me vengas a callar... - me levanté pero Dominik me tomó de la muñeca e hizo que volviera a sentarme en el banquito.

-¡Ah! Quiero verte si eres capaz de golpearme, gatita - sonrió irónica - Deja en paz a mi novio ¿Entendido?

Ok. Mi cara adoptó una expresión de sorpresa. ¿De qué se supone que hablaba?

Muchas preguntas en mi cabeza.

Y me costaría asimilar la situación.

- ¿N-novio? ¿De que hablas? - pregunté confundida

-¡Uh! ¡No pudes ni disimular el nerviosismo! - exclamó la castaña- Ok, ya que te sigues haciendo la inocente, te diré el nombre entonces - Miró a Dominik - Pobre, que vergüenza tener que escuchar esto, pero tu noviecita sigue molestando a Damian, dile por favor que deje de ladrarle a mi chico

-¿Disculpa? - exclamé enojada - ¡Aquí la única que se comporta como un animal eres tu!

Rió como una loca.

-¿Yo? Sólo mirate. Juegas a los dos bandos y luego soy yo la perra

No supe que responder. Claro que era mentira, pero estaba algo paralizada.

Te odio y te amo |Dominik Santorski ☢RESUBIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora