Capitulo XV

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Todo parecía salido de un sueño. Un hermoso, gris, lluvioso y tormentoso sueño. ¿Qué? Esa es mi manera de ver bellas las cosas. Era una loca, y estúpida enamorada. Guau, me estaba costando acostumbrarme a esa palabra.

—Bien chica oscura, ¿Te llevo la mochila o prefieres ir cargada como mula? — preguntó divertido Dominik.

—No está tan pesada —reclamé

—¡No! ¡Claro, solo traes diez kilos de rocas! —su tono era sarcástico—. Me importa una banana si no quieres que la lleve, te la robo y la llevo igual —tiró de mi mochila

—¡Oye! —repuse riendo

Traté de quitarle mi mochila pero fue en vano. Su fuerza era superior, obvio.

—Bien, como quieras —me crucé de brazos y me detuve sin caminar.

Dominik al verme parar, también lo hizo, dejó ambas mochilas tiradas en el suelo, y se acercó a mí.

—Bebé llorona, refunfuñas por todo —sonrió y se acercó hasta mí.

Me dio un corto, pero intenso beso y luego se alejó.

—¿Y crees que con besarme me voy a desenojar, eh? —solté una breve risa—. Ve y busca las mochilas, podrían robarlas

Alzó los hombros

—Y que las roben, con tal que no te roben a ti —me tomó de la cintura y me acercó a él. Nos sonreímos mutuamente, y luego se alejó.

—¿Tienes algún lápiz? —tomó las cosas, y se sentó en el pasto de la plaza que estaba a nuestro lado.

—Pues es lógico, venimos del colegio, ¿No, genius?

—Me refería a si tenías alguno a mano, genius —me respondió mientras buscaba en su mochila—. Ya no importa, acá saque uno, ven

Me acerqué, y me senté a su lado. Hacía un poco de frío.

—¿Que harás? —pregunté curiosa

Tomó mi brazo, y con el lápiz, se fue a mi muñeca y escribió ''Propiedad de Dominik. Pobre del putito que se le acerque'' Al leer, solté una gran carcajada.

—¿Putito? ¿Enserio? —seguía riendo

Las lágrimas me salían solas. Soy de esas personas, que cuando algo les da risa, puede ser algo muy aburrido pero aun así me dan ataques incontenibles de risa.

—¡No te rías! —me miró fingiendo enojo—. Eres mi muñeca

—Claro, Santorski —me burlé—. Ahora resulta que soy un juguete

—No claro que no —se apresuró en decir—. Solo era una broma...excepto que eres mía, eso es en serio —se abalanzó encima de mí, empujándome contra el pasto.

Dominik me observaba en silencio. Hasta que lo rompió.

—Esperé mucho por esto, aunque no lo creas —dio una corta sonrisa—. Desde que llegué al colegio solo te pude mirar a ti. Era algo extraño, más bien es como si mirara a cualquier chica y no es lo mismo. Solo tú haces que haga cosas que no hago

—¿Cómo que cosas? —pregunté

—Soy jodidamente orgulloso, pero tu hiciste que fuera todo lo contrario — acortó la distancia entre nosotros y luego se acostó a mi lado en el pasto mirando al cielo—. Me ayudas, me ayudas mucho

—¿En qué sentido? —pregunté otra vez. Oh si, Monika la preguntona.

—Algún día te mostraré —habló casi susurrando

Te odio y te amo |Dominik Santorski ☢RESUBIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora