Después de aquella cita con su amigo Desmond se reunió con Mildred. Pero ella está molesta con Desmond pues el besaba a Tirsa pero no se animaba a tomarla como su novia y dejar en claro su situación, ya que los medios habían publicado la fotografía de Tirsa y Desmond bajo el titular de que Tirsa era su amante. Mildred no quería que Desmond dañará la reputación de Tirsa ya era suficiente el daño que le había causado su madre .
— ¿Que es lo que quieres que admita Mildred? —
— La verdad Desmond, solo la verdad —
— Que amo a Tirsa, que su fragilidad, me hace querer protegerla de todo y todos — Por fin Desmond había admitido abiertamente sus sentimientos hacia Tirsa.
Mildred sonreía triunfante — No era tan difícil Dezi, ahora ve y lucha por ella y demuestra que eres digno del corazón de Tirsa —
Desmond estaba dispuesto a luchar contra el mundo si era necesario.
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<<Han pasado días desde mi llegada con Desmond, el se ha comportado conmigo como un caballero y me ha tenido paciencia lo menos que puedo hacer es comprotarme>> se decía Tirsa mientras se cepillaba el cabello. Tirsa moro a su alrededor <<Desmond me ha dado una habitación tan hermosa con la cuál nunca había soñado. Me ha brindado un techo y comida. Tengo miedo de que se de cuenta de que tan inútil soy y me eche de su lado como mi madre lo hizo>> Tirsa tenía ánimos por los suelos esa pelea con su madre la había dejado vulnerable.
— Mi niña, iré a mi competencia de esgrima ¿Quieres acompañarme? — Desmond intentaba animarla pero le era un poco difícil.
— ¿Quiere que lo acompañe? — Tirsa estaba sorprendida.
— Claro, me darás suerte — Desmond le guiño el ojo.
— Deme unos minutos para arreglarme — Tirsa hizo una señal con su mano en la cara.
— Te espero abajo — Desmond salió de la habitación.
<<Tirsa perece que a retrocedido, le afecto mucho lo sucedido con Darla. Siempre está triste, ausente y su cara melancólica volvió>> Desmond se preocupaba por Tirsa. De pronto Tirsa apareció en las escaleras con un pantalón sastre negro una blusa de seda beige, un cinturón que marco más su pequeña cintura y un bolson color durazno con detalles dorados y unos tacones negros.
— Nos vamos — desde lo sucedido Tirsa no mostraba sentimientos en su voz.
— Si. Te ves muy bonita — dijo Desmond intentando que Tirsa sonriera.
— Gracias — dijo Tirsa sin mucho entusiasmo.
Subieron al auto y Desmond condujo hasta dónde se llevaría acabar una competencia. Al llegar Mildred ya los esperaba. Desmond dejo a Mildred y Tirsa en las gradas, mientras el iría a vestirse para su duelo.
Tirsa de pronto reconoció a un participante, era Alonso Antino << Si Alonso está aquí, significa que también Larisa>>— Mira bien lo decía madre, eres una zorra. Decías que no tenías nada con tu jefe y mira con quién llegaste — Larisa interrumpió los pensamientos de Tirsa la cuál solo bajo la mirada y no se defendió.
Mildred vio como Tirsa se sometió ante su hermana y estalló de rabia — Más zorra la que le robo el novio a la hermana — Mildred sonrió triunfante pies había humillado a Larisa frente a la alta sociedad.
Larisa solo apretó los labios en forma de enojo se dio la vuelta y busco otro asiento.
La justa comenzó y poco a poco Desmond y Alonso pasaron a finales. Alonso hizo todo lo posible por llegar a la final y por fin enfrentarse a Desmond ya que según sus ideas Desmond se había entrometido entre Tirsa y el.
Desde las gradas Larisa veía el duelo y ella quedaba más sorprendida por Desmond, pues tenía un gran estilo para el duelo, apesar del deporte el no perdía la postura y elegancia que lo caracteriza. Mientras Tirsa los veía batirse en duelo. De pronto Desmond dio el último golpe llevándose el triunfo para su equipo.
Todos celebraron el triunfo de el equipo y por fin Tirsa sonrió. Desmond dejo su florete y su careta, subió las gradas y abrasó a Tirsa para después tomar su cara y darle un beso que todos aplaudieron, mientras Alonso y Larisa los veían incrédulos, y se retorcían de coraje.
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El QUEBRANTO DE TIRSA
RomanceCuando la vida te golpea tan fuerte y duro, tu espíritu se vuelve frágil como un florero de cristal y se rompe. Mi espíritu, mi personalidad fueron quebrantados... Yo Tirsa me quebré, desdé niña fui rebajada a una inútil, a ser menos que un mueble d...