Capítulo 22: Te amo

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Tirsa se cubrió con una bata de baño, al pasar al lado del espejo le dió un vistazo a su reflejo, tenía las mejillas rojas... humedece sus manos y se toca la cara << Tranquila. Tirsa lo deseas, deseas entregarte a Desmond. Pero no seas cobarde>> se decía a si misma viendo su reflejo <<¿Pero y si nota que eres una inexperta? No Tirsa no seas cobarde>>
No sabía si estaba abochornada por lo que acababa de pasar con Desmond o era el clima cálido del lugar, así que salió al balcón que conectaba su habitación con la de Desmond, para sentir la brisa de la madrugada. Apenas salió una fresca brisa tocó su cara moviendo su alborotado cabello.  Por un momento Tirsa camino por el balcón y sin darse cuenta estaba frente a la habitación de Desmond quedándome inmovil al ver a Desmond con solo su boxer, el corazón de Tirsa se aceleró y salió huyendo de ahí. Cuando entró a su habitación sin querer tropezó con las largas persianas y cayó de rodillas, rápidamente se repuso y prefirió dormir.

Al despertar un rico desayuno en la terraza esperaba a Tirsa. Desmond la veía con mucho amor.

— Después del desayuno podemos ir a la "Playa de los amantes" — dijo Desmond para después dar un zorbo a su jugo de naranja.

— Si, me agrada esa idea —  Tirsa estaba más feliz que nunca.

Terminaron su desayuno y procedieron a prepararse para pasar un rato en la playa frente al hotel.

Desmond esperaba paciente a Tirsa. Pasaron treinta minutos y decido ir a verla a su habitación.

Toc, toc, Desmond llamo — ¿Tirsa estás bien? —

— Si... Es mejor que vayas tu solo a la playa, yo prefiero quedarme aquí en la habitación—

— Tirsa abre la puerta — La puerta se abrió, Desmond paso a la habitación y encontró a Tirsa con la bata de baño puesta — ¿Que paso? ¿Por qué no quieres ir a la playa?—

Tirsa se veía nerviosa — Es que — soltó un suspiro — Me da pena que me vean así — Tirsa se quitó la bata dejando ver su escultural cuerpo en un traje de baño de dos piezas , no muy revelador pero que le hacía ver muy bien — ¿Como voy a andar por el hotel vestida así? —

Desmond trago saliva al ver a Tirsa — Puedes colócate el pareo — Desmond busco un pareo en la maleta de Tirsa y se lo dió — Ya no muestras tanto —

— Yo no sabía que esa tela ligera era para ésto — Tirsa bajo su vista apenada.

— No te preocupes — Desmond le dio un dulce beso en la frente y salieron juntos.

La visita de Tirsa estaba prendida en aquel azul inmenso, se quitó las sandalias y dio un paso a la dorada y suave arena, por sus ojos rodó una lágrima de alegría.

Desmond la veía tiernamente — Vamos a meternos al mar — la tomó de la mano y caminaron al mar y juntos entraron.

Ambos jugaron como niños, riendo y saltando por la orilla del mar.
Tiempo después tomaron un pequeña embarcación para que los llevará a la "playa los amantes"  que los dejo solos en aquella hermosa playa con solo una canasta de picnic.
Estuvieron solos, disfrutando de su  compañía.

Por la tarde fueron a un restaurante a cenar. Para Desmond era un poco extraña la actitud de Tirsa, pues ella siempre había sido tímida pero este día era todo lo contrario, aún así decidió que era mejor ver a Tirsa disfrutar que verla en su mundo.

— Mi niña, hoy en la noche podemos ir a un club que me recomendaron ¿Que dices? — Desmond tenía una magnífica noche planeada.

— Estoy muy cansada... Pero si tú quieres vamos — Tirsa se oía con un poco de fastidio.

El QUEBRANTO DE TIRSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora