Desmond veía por los canceles como Tirsa se acomodaba en su nuevo escritorio, podía ver qué era muy seria, callada y tímida.
— Brenda , Tirsa pueden venir — Desmond mando a llamar a su secretaria y a Tirsa.
— Si señor Desmond — Brenda entro junto con Tirsa que se quedó detrás de Brenda.
— Brenda, como te habrás dado cuenta Tirsa será mi asistente personal. Ella se hará cargo de mis asuntos personales mientras tú te harás cargo de mis asuntos ejecutivos — Desmond enfatizó asuntos personales para que ambas supieran cuál era su trabajo.
— Si señor. Mucho gusto Tirsa — Brenda estrecho la mano de Tirsa y a pesar de que ellas llevaban meses trabando juntas parecía que Brenda no conocía a Tirsa.
— Igualmente — dijo Tirsa en su típica voz , suave.
— Brenda por favor envía este documento a producción — Brenda recibió el documento y salió de la oficina de Desmond. Brenda era una mujer joven, de cabello oscuro , ojos marrones, piel clara, muy elegante, recién graduada de la universidad y ahora tenía un empleo como secretaria ejecutiva del grupo Lewis y para ella era un buen inicio. — Tirsa, tu trabajo es sencillo, te encargarás de mi agenda personal, amigos , familia etcétera — Desmond le dio una agenda a Tirsa que la tomó con cuidado — Como te darás cuenta a lo me gusta más los documentos en papel ya que a diferencia de la tecnología, el papel no puede ser hackeado. A tu extensión solo te llamaron los números que están en esa agenda, y de tu extensión realizaré llamadas a esos números. Algo muy importante que te voy a pedir, esos números y mi extensión personal no se le dará a nadie a la ligera.
— Si jefe — Tirsa afirmó tranquilamente.
Desmond abrió el cajón de su escritorio y sacó de ahí unas llaves que extendió a Tirsa — Estás son las llaves de mi departamento — Tirsa estaba por tomar las cuando Desmond las quitó — Solo irás ahí cuando yo te lo pida, llevarás mi despensa, mi tintorería, y cualquier otra cosa que te pida. Cuida estás llaves con tu vida — después de decir eso le entrego las llantas a Tirsa.
— Si jefe, estás llaves las cuidare con mi vida —
— Bueno, mañana temprano antes de venir al trabajo irás al super comprarás lo que está en está lista y lo llevarás a mi departamento — Desmond saco una tarjeta de crédito y se la dio a Tirsa.
— Si jefe, otra cosa yo no tengo auto así que me muevo en transporte público —
— Te doy, un auto de la empresa...—
— No señor, yo no sé conducir es por eso que no tengo auto —
Desmond quedó sorprendido por las palabras de Tirsa — Está bien —
Tirsa salió de la oficina y comenzó a trabajar en lo que Desmond le había pedido.
Se dió la hora de salida y todos se fueron llendo poco a poco.
Desmond fue el último en salir de las oficinas, subió a su auto y condujo hasta su departamento, ubicado en la zona más exclusiva de la ciudad. Al llegar entró, vio lo amplío y vacío de su departamento, caminó a su teléfono, llamó a un restaurante para pedir su cena. En lo que su cena llegaba se metió a bañar, mientras se preparaba no podía sacar de su mente a Tirsa <<Ella será así o simplemente se comporta de esa manera para llamar mi atención>> se decía mientras se veía al espejo con solo si toalla en la parte inferior de su cuerpo.
Después de un tiempo prudente sonó el timbre de su departamento, era el repartidor del restaurante, le entregó su paquete, el repartidor recibo su propia y se retiro.
Mientras cenaba Desmond no dejaba de pensar en el pasado, aún que llegó a México intentando huir de la vida que llevaban en Westminster, Londres.
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El QUEBRANTO DE TIRSA
RomansCuando la vida te golpea tan fuerte y duro, tu espíritu se vuelve frágil como un florero de cristal y se rompe. Mi espíritu, mi personalidad fueron quebrantados... Yo Tirsa me quebré, desdé niña fui rebajada a una inútil, a ser menos que un mueble d...