— ¡Tu! ¿Que haces aquí? — Mildred estaba tan molesta y al ver a Tirsa explotó en irá — Tu eres la culpable de ésto —
— Yo solo quería saber cómo está Desmond — Tirsa bajo la cabeza.
— ¿Y acaso eso te importa? Si según tú, el no es bueno para ti — Mildred quería venganza.
Tirsa bajo la mirada aún más y una lágrima cayó al suelo, Tirsa se veía tan indefensa en ese momento — Solo quiero saber cómo se encuentra — fueron las únicas palabras que pudo decir.
Mildred camino hacia ella y la tomó del brazo, estaba dispuesta a pelear — Tu no tienes nada que hacer aquí. Ya no me engañas tu no eres esa inocente en la que confiamos. Es mejor que te vayas —
— Millie solo quiero verlo — Tirsa dijo con la cabeza aún baja. No quería siquiera mirar a los ojos a Mildred, se sentía una completa basura.
— No me llames así. Olvídate de nosotros y nosotros haremos lo mismo —
— Familiares de Desmond Lewis — la conversación de Tirsa y Mildred fue interrumpida por el doctor.
— Si somos nosotros — dijo rápidamente Mildred — Seguridad ¿Pueden sacar a esta mujer? — Mildred antes de recibir las noticias pidió que sacarán a Tirsa.
El guardia rápidamente atendió el llamado y camino hacia Tirsa la cual decidió salir por su propia cuenta. Mientras caminaba de nuevo al elevador vio como de entre las sombras apareció Larisa que a lado de Mildred recibió el informe de salud de Desmond. Larisa miró a Tirsa y le dió una sonrisa triunfante.
Así como entro Tirsa también salió. No llamo la atención de nadie. Decidió tomar un taxi así que camino hacia la calle, logro detener un taxi pero justo al querer abrir la puerta su mano choco con la de un hombre.
— Disculpa, este es mi taxi — dijo Tirsa.
— Te equivocas — dijo aquel hombre muy bien parecido, de cabello oscuro, mirada cálida y sonrisa perfecta.
— El que se equivoca es usted — dijo Tirsa aferrándose aún más a la manija del auto.
— ¿Usted es la modelo Tirsa Ligan? — el hombre parecía muy amable.
— Si — dijo Tirsa creyendo poder aprovechar esa ventaja y poder tomar el taxi.
— Mucho gusto soy Erick Bustillos — aquel joven se presentó.
— Si ni uno se va a subir mejor me voy — dijo el taxista ya molestó.
— Disculpe, llevé a la señorita Tirsa — Erick fue muy amable al ceder el taxi — Espero volver a coincidir con usted señorita Tirsa — Erick cerró la puerta y se despidió de Tirsa como si fueran grandes amigos.
Al llegar a su casa Tirsa se encontró con Alonso frente a la puerta con un gran ramo de flores.
— Te estaba esperando — dijo Alonso con una sonrisa — Toma son para ti —
— Déjame pasar — hablo Tirsa un poco molesta.
— ¿Podemos hablar? — Alonso impedía que Tirsa pudiera entrar.
— No tengo nada que hablar contigo —
Alonso intento abrazar a Tirsa pero ella al ver sus intenciones de inmediato la esquivó.
— No te vuelvas a acercar a mi — Tirsa dio por terminado ese encuentro y entro a su casa rápidamente.
Al entrar se topo con su madre que la vio de arriba a abajo — Mi hija ¿Crees que podamos firmar el contrato del shampoo?—
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El QUEBRANTO DE TIRSA
RomansaCuando la vida te golpea tan fuerte y duro, tu espíritu se vuelve frágil como un florero de cristal y se rompe. Mi espíritu, mi personalidad fueron quebrantados... Yo Tirsa me quebré, desdé niña fui rebajada a una inútil, a ser menos que un mueble d...