Capítulo 14: Fox Trot

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Tirsa entro a la oficina de Desmond sin permiso —Se van a casar — dió un grito de dolor, Desmond solo se limito a darle un solidario abrazo.

Al darse cuenta que todos los veían Desmond cerró sus persianas para evitar las miradas mal intencionadas.

— Llora, saca eso que te está dañando — Desmond acariciaba el cabello de Tirsa.

— Me siento fatal, quiero morir — Tirsa estaba entrando a una depresión.

— Limpia tus lágrimas. Hoy no tienes pendientes así que vamos a salir — Desmond no estaba dispuesto a ver asi a Tirsa.

Ambos salieron de la oficina bajo aquellas miradas de asombro.
Desmond condujo hasta su departamento ya que quería un lugar tranquilo.
Al entrar Desmond preparo un te caliente, sentado a Tirsa en el diván y la arropó con una manta cálida.

— Se que esa noticia duele, pero no les des el lujo de verte así — decía Desmond mientras le servía una taza de té.

— Pero no puedo ser fuerte — replicaba Tirsa.

— Claro que puedes. Tirsa eres la mujer más bella que conozco, y se que detrás de esos ojitos tímidos se esconde una mujer fuerte. No te impidió que no sientas dolor al verlos juntos, lo que te pido es que seas fuerte y que no les des importancia, si ellos no te la dieron a ti, tu tampoco se la des —  Desmond se oía firme y esa confianza se la transmitió a Tirsa.

Toda la tarde la pasaron en el departamento de Desmond, hablando y viendo películas.

Así pasaron un par días, Tirsa intentaba huir de su hermana y Alonso, ya que era un dolor verlos juntos. Gracias a esa actitud Tirsa se hizo más cercana a Desmond.
Una mañana mientras Tirsa realizaba el supermercado junto a Desmond se encontraron con Larisa y Alonso de la mano.

— Hermana que gusto verte feliz — a Larisa le molestó mucho tanto verla tan sonriente — Mira amor que te dije, Tirsa pronto encontraría tu remplazo — Larisa quería hacer quedar mal a Tirsa frente a su acompañante. Larisa no conocía a Desmond Lewis y para ella el hombre que vio era un hombre común y corriente, así que creyó que podía molestarlos fácilmente.

Alonso por su parte no creía lo que veía <<Darla y Larisa tenían razón. Tirsa puede conseguir al hombre que ella quiera cuando quiera. ¿Cómo es posible que se haya metido con su propio jefe>> pensaba seriamente — ¿Larisa podemos apresurarnos? — el tono de voz de Alonso era serio y seguía sin ver a Tirsa a la cara.

A Tirsa se le había borrado la sonrisa y no pudo contestar lo que su hermana le había dicho y solo miro a Desmond con ojitos tristes , el giro hacia Larisa y Alonso y con voz tranquila les dijo — Hola , Larisa ¿verdad? Al verte, te entiendo, por qué este joven cambio a una mujer tan linda como Tirsa, por una que solo es el exterior, pero está hueca, como un cascarón vacío —

A Larisa se le había borrado la sonrisa — Tirsa espero y hayas invitado a tu amiguito a la fiesta de esta noche. Para que no estés sola — Larisa esa noche se cobraría la falta de respeto de ese hombre — Y es que se ven tan bien juntos. Bueno son tal para cuál, sin chiste y simples — Larisa estaba dispuesta a incomodar a su hermana.

— Muy cierto señorita. Las personas se relacionan con personas de sus mismos valores, si no creen, mirense un par de traidores juntos — Desmond no se iba a dejar de una niña caprichosa.

Alonso estaba por decir algo cuando Desmond se alejó con Tirsa sin darles tiempo a réplica.
Subieron a la camioneta de Desmond y fueron al departamento del mismo. Estando ahí Desmond comezón hacer bromas para que Tirsa olvidara el desagradable momento que vivieron en el super mercado.

El QUEBRANTO DE TIRSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora