𝚇𝚅𝙸. 𝚂𝙰𝙽𝙰𝙲𝙸𝙾𝙽

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ALBA OCELOTL

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ALBA OCELOTL

Por primera vez en mis casi 500 años de vida, experimenté la sensación de la muerte, de la inexistencia...

Ahora sé por lo que tuvo que atravesar Caleb... ¿Cómo pude permitir eso?...

Sentí como mi cuerpo dejaba de ser mío, para ser parte de la nada misma... La pesadez y la oscuridad me rodearon por completo hasta succionar cada vitalidad de mi ser.

¿Hasta aquí llegué? ¿Ni siquiera pude vivir felizmente junto a él?... No quiero ser el karma de Seth... No deseo que pase por lo mismo que pasé yo al perderlo...

¿Cómo es que una Tzitzimime pudo contra mí? Creí que era invencible...

¿Por qué no podemos ser felices en estas dos vidas que pasaron? ¿Por qué el destino nos quiere rotos?

Sólo espero volver a verlo en la siguiente vida... Para que por fin podamos ser felices por lo menos una vez... Que tengamos una vida normal, sin problemas sobrenaturales de por medio, vivir como una pareja feliz y con una familia a quien cuidar.

Sólo quiero eso para nosotros...

—Alba —una voz perpetuó mi sueño eterno—

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—Alba —una voz perpetuó mi sueño eterno—. Alba, por favor no te rindas...

De pronto, una luz clareció toda oscuridad que emanaba de mi inexistencia, hasta que visualicé un escenario sólido... Eran las ruinas del antiguo Tenochtitlán...

»—Ven hacía mi —aquella voz tomó forma...

Era mi padre... El gran Ocelotl.

—¿Papá? ¿Acaso ya estoy muerta? —avancé instintivamente hacia él, estaba en el templo mayor, ubicado en el centro de la ciudad.

—No del todo, hija —me respondió.

Una vez más, pude verlo, aunque sea en visiones... Grabé en mi ser su rostro sereno.

Ocelotl tenía un gran porte, alto y con una piel morena, marcada por manchas negras cual cicatrices, donde su piel retrataba a la perfección el pelaje de un jaguar. Sus ojos eran iguales a los míos, de un amarillo penetrante. Asimismo, su cabello era de un negro brillante, el cual combinaba con su pequeña barba del mismo porte...

𝑪𝑯𝑬𝑬𝑻𝑨𝑯 🧡 - ꜱᴇᴛʜ ᴄʟᴇᴀʀᴡᴀᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora