Cuando Dorumon frotó su cabeza contra su hombro, Theo despertó de su ensoñamiento. El cielo estaba cambiando de color y él estaba sentado en el pórtico de la cabaña principal, esperando por alguna actualización.
—¿Te duele el estómago, Theo? —Dorumon preguntó, sentándose a su lado y Theo casi rió.
—No todo tiene que ver con el estómago —contestó y volvió a mirar al frente. Las personas habían recogido lo que quedaba de sus cosas. Para su suerte, aunque había bastantes heridos, no habían habido bajas, pero eso no quería decir que no tuvieran problemas. Le acarició la cabeza a Dorumon —. Pero estoy bien, gracias.
Escuchó una especie de zumbido y un suspiro aliviado se escapó de él cuando vio a Ren, montado sobre Jazarichmon, regresar. Junto a él, o más bien detrás, llegaban también los que se habían unido a la búsqueda. No eran muchos, pero al menos todos estaban sanos y salvos. Theo se levantó para recibirlos, con Dorumon siguiéndolo, pero aunque buscó, desgraciadamente no encontró ni a Myah ni a Lopmon por ningún lado.
Tomó aire.
Seguían sin encontrarla.
—Ren —saludó al pelirrojo cuando este bajó de Jazarichmon. Realmente era el único al que conocía, por lo que halló más sencillo hablar con él.
Jazarichmon volvió a ser Jazamon en cuanto tuvo la oportunidad y volvió hacia él.
—Ah, Theo —hizo una pausa en la que miró a los que habían salido con él y con una seña se despidió antes de girar de nuevo hacia él. Ambos caminaron hacia la cabaña —. ¿Cómo está Aina?
Sin ser consciente, Theo desvió la mirada. No esperaba que Ren fuera a preguntar algo antes que él. De hecho, realmente creyó que él tendría que guiar la conversación, pero aunque agradecía que ese no fuera el caso, ahora algo más le pesaba.
—Físicamente está bien —confió, dando una mirada hacia las habitaciones y luego volviendo al pelirrojo —. Quería estar sola, así que vine aquí con Dorumon... ¿Alguna novedad?
Ren metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y lo observó por un par de segundos, como si se hubiera dado cuenta que cambió de tema adrede, olvidando por completo las preguntas que tenía sobre lo que había pasado más temprano; pero si lo hizo, no lo mencionó y sólo exhaló, hesitante de cómo resumir la situación actual.
—No hallamos nada. Ni rastros, ni algún camino. El bosque es un desastre —explicó, llevándose una mano al cuello. Había hecho mucho esfuerzo físico ese día solo para mantenerse con vida y ya le estaba pasando factura —. El digivice no se activa cuando queremos, parece que cuando estábamos luchando contra Callismon fue una excepción, pero hasta ahora no responde y no podemos contactarla. Además, ya está oscureciendo y temo que vaya a llover...
Theo frunció los labios. Con suerte Lopmon estaría a su lado, pero eso no evitaba que la preocupación y culpa tiñeran tanto su expresión como sus pensamientos cuando Myah iba a estar pasando la noche sola, en la intemperie y con riesgo de tormenta. Si tan solo hubieran salido de esa torre de piedras más rápido, si hubiera dirigido a Dorugreymon y a los demás más eficientemente...
Agitó la cabeza, no podía seguir pensando así.
—Gracias por iniciar la búsqueda —Theo mostró una sonrisa, pero esta no llegó a sus ojos —. Más bien, perdón por no poder hacer más. Con lo que pasó, yo...
Ren, que ya estaba por irse, apretó los labios y cambió el peso de su pierna a la otra. Recordaba todo lo que había escuchado durante la batalla contra Callismon, la desesperación de Theo por saber si Aina estaba bien o no, su propia duda de decirle lo que sospechaba... Honestamente le parecía que tanto él como la chica estaban en un punto de no retorno, pero no podía decir si era algo bueno o malo, y tampoco sabía cómo sacar el tema a la luz. Después de todo, ¿quién era él para saber sobre relaciones de ese tipo?
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DIGIMON: PROYECTO NEXUS
FanfictionNadie sabe cómo ni por qué, pero para cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando, la Tierra y el Mundo Digital ya se habían vuelto uno. Ahora, con la población mundial reducida a menos de un quinto del total, los digimon se han vuelto una amen...