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Aunque la idea era ir a buscar a Angel lo antes posible, Charlie se dio cuenta con pesar que el auto de Vaggie había quedado encerrado entre los coches de los invitados y familiares de la fiesta. Sería una tarea sumamente tardada poder encontrar a los dueños de cada vehículo, pedir permiso para moverlos y volver con cada chofer para empezar a hacer maniobras... Aún así, Vaggie se puso manos a la obra para empezar con el trabajo.

Charlie empezó a sentirse un poco al límite por el estrés de lo que estaba pasando a su alrededor.

Demasiadas cosas se apilaban una sobre la otra y las técnicas de relajación y calma de Carmilla no estaban funcionando en su totalidad. Ya había llamado a Angel unas diez veces y todas ellas habían ido a parar directamente a buzón. Estaba muy preocupada... Y también estaba el tema de su padre, que no había regresado.

En su mente estaban ocurriendo cientos de eventos catastróficos y no sabía ni por dónde empezar para ponerse en acción.

— ¿Necesitas ayuda? — Alastor se asomó sobre su hombro y Charlie pegó un saltito y casi tira su celular al suelo —. Veo que tienes cara de circunstancia... ¿Tiene algo que ver con que tu novia esté revoloteando entre los invitados...?

—Mierda, qué susto... — suspiró ella y luego lo miró con las cejas curvadas —. Sí, eh, bueno... — frunció un poco el ceño —. Espera. ¿Dónde está papá? Fuiste a buscarlo, ¿no? ¿Está bien? ¿Está desmayado? ¡¿Está muerto?!

— Charlie — Alastor puso una mano sobre su hombro y le sonrió —. Lucifer está bien. Estaba teniendo un ataque de pánico y lo ayudé a calmarse — explicó —. Había sudado mucho y me parece que se lastimó un poco la mano pero también está resuelto eso. Bajará en cualquier momento... Ahora — le dió unas palmaditas en la cabeza —. Dime. ¿Puedo ayudarte con algo?

Charlie suspiró de alivio al saber que su padre estaba bien. No le extrañaba que hubiera tenido un ataque de pánico. El abuelo le había dejado caer una noticia horrenda que a ella tampoco le gustaba para nada... Quizá después de la fiesta podría hablar con él y buscar juntos una solución.

— Es... Es Angel. Mi amigo, ¿lo recuerdas...?

— Hm... — Alastor ladeó la cabeza — ¿El omega extrañamente alto? — Charlie asintió.

—Bueno, él... tiene unos temas con su ex y Vaggie y yo lo salvamos la otra vez, estaba todo golpeado y asustado y nosotras lo llevamos con Husk, entonces se quedó ahí unas noches y ahora se ha ido, creemos que con su ex de nuevo pero siempre que vuelve con él le pasan cosas peores y... — Charlie hablaba tan rápido que costaba seguirle el paso pero Alastor alcanzó a escuchar lo primordial y de nuevo le puso una mano en el hombro.

Eso explica por qué no está mi auto.

—Permíteme hacer una llamada, querida — le dijo él —. Le diré a Husk que lo busque, ¿sí? Supongo que sabes dónde vive este supuesto "ex", ¿verdad?

***

Creía que nunca más podría volver a sentir ese tipo de ansiedad.

Cuando el tiempo pasaba lento y rápido al mismo tiempo.

Husk se limpió las manos en los pantalones al sentirlas húmedas de nuevo y miraba el reloj en el tablero del coche insistentemente y después al edificio donde había entrado Angel.

Tenía un mal presentimiento. Se repetía una y otra vez que no debía haber llevado al chico pero es que tenía algo que no lo dejaba negarse a pesar de lo que sus instintos le decían. Era de verdad problemático.

Soltó un suspiro de frustración al ver que su cajetilla de cigarros estaba vacía.

El tipo que había recibido a Angel...

𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱𝗹𝗶𝗻𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝘀 • 𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼𝗔𝗽𝗽𝗹𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora