𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱𝗹𝗶𝗻𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝘀 • 𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼𝗔𝗽𝗽𝗹𝗲

16

Lucifer mantenía el brazo izquierdo extendido mientras hacía respiraciones profundas. El tensiómetro hacía la presión suficiente como para sentir las palpitaciones de sus venas y, por algún motivo, eso le producía una sensación incómoda... Aunque, quizá, eso tenía más que ver con Raphael, que simplemente miraba el reloj de su muñeca, contando los segundos al presionar su estetoscopio sobre el brazo de Lucifer.

— Tienes la presión alta — comentó después de unos segundos.

—He tenido días mejores — respondió Lucifer, desenrollando la manga de su camisa cuando su hermano retiró la banda del tensiómetro —. Solamente es el estrés. Y no necesito una lección al respecto. Solo algo para el malestar.

— Pensaría que estarías más feliz al respecto — Raphael guardó sus cosas dentro de su maletín y miró a Lucifer con una ceja alzada —. Creo recordar que le insististe a papá por meses para que te dejara casarte con este tipo.

—Eras un mocoso, no tienes idea de nada — replicó el mayor, desviando la mirada — ¿Mi medicina...? No creas que te hice llamar por el placer de verte.

Raphael solo levantó las manos en son de paz y suspiró al acomodarse los lentes sobre el puente de su nariz.

—Solo puedo recetar un buen descanso, comer mejor y... ¿té? Hay mezclas que son para los dolores estomacales — explicó aunque la expresión de Lucifer demostraba que no era la respuesta que estaba esperando — ¿Qué?

— ¿En serio...? ¿"Te"? — cerró los ojos un momento al sentir una oleada fuerte de náuseas —. No voy a pagar tu mierda de consulta. ¿Qué clase de doctor...?

—Lucifer, no puedo recetar medicamentos si estás embarazado. Es una contraindicación — Raphael vio de inmediato que el color abandonaba la cara de su hermano y su expresión pasaba por todas las etapas del duelo en menos de un segundo —. Tú... ¿no sabías...? Pensé que me habías llamado para hacerte un chequeo, los síntomas que tienes, incluso tu olor... Creí que querías discreción por eso.

Lucifer había dejado de escuchar a Raphael desde hace un par de segundos.

Solo podía oír un pitido largo y constante.

Empezó a hacer cuentas mentales.

Habían pasado seis semanas desde la primera vez que había puesto en marcha el plan con Alastor y simplemente no se le había pasado por la cabeza la obviedad de las posibilidades.

Su mente se había ocupado con el estrés de tener a Elohim molestándolo con la planeación de la boda y con tratar de mejorar el teatrito con Adam. Y todo ello con visitas cada día par de Alastor en su oficina.

Su ciclo no se había atrasado por estrés.

Se había atrasado porque estaba...

Apenas alcanzó a levantarse para tomar el bote de basura junto a su escritorio y devolver el estómago.

***

Los vidrios de las ventanas temblaron cuando Lucifer azotó la puerta detrás de sí para cerrarla.

Había entrado al despacho sin cita, ignorando a la recepcionista y a quienes estaban esperando su turno y estampó la prueba positiva sobre el escritorio de Alastor, mirándolo con una mezcla de furia, incredulidad y preocupación.

— Habría bastado con una llamada para saber que venías — murmuró el alfa.

—Por favor no me vengas con tus estupideces ahora — Lucifer negó con la cabeza —. Esto no era parte del plan, Alastor.

—Querido — Alastor suspiró y sonrió un poco — ¿Por qué pareces tan impactado? — ladeó la cabeza — ¿Qué esperabas que pasara exactamente? Nunca hemos usado protección, siempre termino dentro... No entiendo la sorpresa por esto — señaló con la mirada la prueba de embarazo —. Era obvio.