—Quiero tenerlo.
Las palabras flotaron en el aire unos segundos.
Parecían cortadas por el constante sonido de las manecillas del reloj de pie que estaba en la esquina de la oficina de su padre.
Afuera llovía. El cielo estaba cerrado con nubes oscuras y gruesas que tenían aspecto amenazante y hacían parecer todo más lúgubre y oscuro.
— ¿El qué? — preguntó Elohim sin despegar la mirada de los documentos que tenía frente a él. Tomó una pluma de fuente y la destapó con cuidado para empezar a estampar su firma.
—El bebé — respondió Lucifer, aunque su voz salió ahogada a último momento.
Su padre tardó unos segundos. Maldijo entre dientes cuando una gota de tinta salió de más y manchó la hoja de papel cuando había hecho el trazo final. Suspiró con pesadez y después miró a su hijo con las cejas alzadas.
—No digas estupideces — murmuró —. Ahórrame la discusión, Lucifer, voy a ponerme en contacto con las personas en la clínica.
—No puedes obligarme — espetó el omega —. Yo lo quiero. Es mi decisión. Deberías apoyarme. ¿No es para lo que me has entrenado toda la vida? — Lucifer se levantó para acercarse al escritorio —. Para ser una incubadora y continuar tu ridículo legado...
— Lucifer, de verdad hoy no es el día para jugar a victimismos — Elohim se masajeó el puente de la nariz unos segundos —. No puedes tener un bebé.
— ¡¿Y por qué no?! — preguntó — ¿Es porque es un bastardo? ¿Eh? ¡Seguramente es eso! — acusó y negó con la cabeza —. Eres despreciable. ¿No quieres aceptar que no tiene sangre con pedigree?
—No puedes tenerlo porque es un capricho — dijo su padre con un tono severo pero calmado —. Estás haciendo esto porque crees que me molesta, Lucifer, pero al único que perjudicas es a ti mismo y a la pobre criatura que quieres forzar a existir — el omega tragó saliva y parpadeó un par de veces —. Eres un mocoso. Un niño inmaduro y malcriado. Eso es culpa mía y lo admito... — Elohim suspiró con pesadez —. No tienes la capacidad de cuidarte a ti mismo y piensas que puedes cuidar a un bebé... ¿para qué?
—Yo... — empezó a decir —. Es... es lo que quiero... Y voy a casarme con su padre.
Elohim no pudo evitar reírse con ironía.
— ¿Quién? — preguntó — ¿Adam? — notó que su hijo desviaba la mirada —. No me sorprende. Estuvo aquí hace unos dos días — se levantó y volvió a abotonar el saco de su traje, estirándolo un poco —. Me dijo lo que pasó. Entre ustedes. Pobre diablo... No podía ni verme a los ojos — Lucifer bajó la mirada y la cabeza —. Quería renunciar. Rechazó su liquidación y me dijo que la usara para pagar la clínica.
— ¿Qué? — Lucifer frunció el ceño —. Eso no es cierto. Él... él me dijo...
— Luci — Elohim se cruzó de brazos —. Uno diría cualquier cosa para que le quiten los grilletes de las manos y los pies — explicó —. Le dije a Adam que no era necesario... Aunque tuve que transferirlo a otra sede con una paga bastante más generosa para que este asunto no saliera del círculo interno. No me puedo permitir otro escándalo tuyo.
—Estás mintiendo — Lucifer negó con la cabeza y después azotó las manos en el escritorio — ¡Ese hijo de perra! Cobarde, imbécil...
—Lo engañaste, Lucifer — Elohim rodeó el escritorio para acercarse a su hijo, que retrocedió un par de pasos —. ¿Estabas dispuesto a obligarlo a casarse contigo? Parir un bebé que no quieres... Vivir una vida llena de mentiras... ¿solo para molestarme? — chasqueó la lengua un par de veces —. Ojalá usaras esa determinación para algo mejor, hijo. Llegarías lejos. Tus hermanos tendrían un mejor ejemplo que seguir.

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𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱𝗹𝗶𝗻𝗲 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝘀 • 𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼𝗔𝗽𝗽𝗹𝗲
FanfictionNo había sido culpa suya. Charlotte Morningstar no era ninguna chismosa, para nada. Ella respetaba la privacidad... Pero siempre había sido muy curiosa, a pesar del dicho popular, y le gustaba siempre un buen misterio. Y su padre estaba lleno de ell...