𝓔𝓵 𝓻𝓮𝔂 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓷𝓲𝓮𝓫𝓵𝓪𝓼-ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ

𝓒𝓪𝓹 X

Esta vez no me había despertado la luz solar, ni "Tom", estaba vez me había despertado mi estómago, manifestándose con el hambre que sentía.

Aunque en el bosque me alimentaba, todas aquellas comidas que consumí por casi una semana no eran lo suficientemente nutritivas y energéticas para mi cuerpo.

Como pude me levanté y observé la pequeña luz que entraba por una rejilla.

El calabozo era enorme, no había nadie, tan solo yo, me encontraba en el punto medio de la "jaulas", la cual me daba la perfecta vista hacía la escalera por dónde me bajaron anoche.

Si mi visión no me fallaba, podía ver cómo en aquella puerta de la escalera había un guardia vigilando.

Me negaba a caer tan bajo y pedir comida, yo creía que podía aguantar algunos días más, pero de solo ver a Oliver muerto de hambre, que cabe aclarar que el día anterior no había comido, me había puesto mal y decidí perder mi poca dignidad y gritarles a los guardias.

-Oigan malditossss-grité tan alto, que ese tal guardia cuyo nombre supuse que era Changbin ya que anoche ese tal minho lo nombre entre mis sollozos, se dió la vuelta mirando hacía mi jaula.

-A ti maldito, traeme comidaa-le grité aún más alto.

Con lo poco que podía ver, note como este se fue de vigilar la puerta de reja a cualquier parte del castillo.

Esperé y esperé con ansias a que este volviera con plato de comida pero nunca lo hizo, ni siquiera volvió ya prácticamente haciéndose de noche.

Caí rendido mientras le daba caricias a Oliver y esperé con un poco más de esperanza hasta que cae de nuevo dormido.

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A la siguiente mañana se repitió todo lo mismo que el día anterior, solo que grité por horas a que me trajeran un plato de comida.
Con mi último esfuerzo grité.

-Llamen al maldito Hwang Hyunjin y díganle que venga para acá -Grité para que a lo último mi voz saliera rasposa.

Estaba muriendo de hambre , pero lo peor de todo era la sed inmensa.

No sabía que hacer, Oliver seguía acurrucado en mí mientras yo devuelta había decidído dormir, era lo unico que podía hacer.

Un fuerte sonido me despertó y al abrir los ojos lo vi al culpable de todas mis desgracias, era ese rey del culo.

Estaba vestido con unos pantalones y camisa de color negro y sobre estas prendas un gran saco de cuero negro haciendo juego con unas botas del mismo material y color.

Me quede mirándolo por su perfecta y atractiva vestimenta que se adaptaba a su perfecto cuerpo, pero al caer en la realidad Inmediatamente le dije.

-Dame un plato de comida, no aguantó más-dije con la poca voz que me salía.

Pero él no dijo nada, tan solo siguió mirándome desde afuera de la reja de la jaula.

Yo estaba totalmente desesperado y con mis últimas palabras le supliqué.

-No lo hagas por mí-pause para levantar la vista del suelo y acercarme a él y mirarlo mientras tomaba las rejas con mí poca fuerza-Hazlo por Oliver, por favor, te lo suplicó-dije llorando, moqueando y temblando mientras lo miraba fijamente a los ojos.

Este de nuevo no dijo nada, tan sólo se fue.

Ante dicha acción, me fui hasta la pared y apoyé mi cabeza entre mis piernas mientras Oliver se metía en el pequeño hueco de estas.

Cuando menos lo pensé otro sonido se escuchaba fuera de la jaula.

Era devuelta Hyunjin, pero esta vez no venía solo, sino que con comida.

Me acerqué rápidamente a él cuando me extendío una manzana, pero al querer tomarla este corrió su brazo para que no la agarrara,
Choque mi cabeza contra el barrote y la levante desesperado mirándolo.
Ante su mirada podía decir, que estaba esperando que diga algo.

-Por favor, dame la manzana- murmuré.

Y sin más, luego de mirarme fijamente este me la dió, yo rápidamente la agarré, como la persona mas desesperada del mundo y mande un bocado para partir la manzana y darle primero a Oliver.

Mientras comíamos esa apetitosa manzana, él nos miraba desde afuera, como si fueramos un expecimen, asi me sentía.

Al terminarla limpié mi boca de los fluidos dulces de la manzana y al darme vuelta hacia él, este estaba extendiendome un cuenco con agua y semillas de girasol.

Volviendo a repetir un por favor este me lo dio y gustosamente saboreé el agua obviamente dejando para Oliv cuando termine de comer sus semillas.

Con tan solo esa comida, me sentía en un banquete.

-Pensaste en lo que te dije-habló por primera vez, Hyunjin.

-No, acaso crees que tuve tiempo para pensar aquello, con el hambre que nos hiciste sufrir.

-Eso sucede cuando me desafías, es para que te quede bien en claro tu lugar, príncipe.

Cambiando de tema le dije.

-Porque mierda luego de años vienes a reclamar algo del cual yo no tengo la puta culpa.

Ahora que lo pienso, hablando de años, este cuantos tenía, literalmente parece un joven de mi edad, pero según mi familia, este vive desde la epoca de mis ancentros.

Raro, muy raro.

-Quería aprovechar tu reinado querido, pensé que me la dejarías facil, para no tener que provocar una guerra, pero mira nada más, te resistes bastante-afirmó tocando y enroscando en su fría mano mechones de mi pelo rubio, a través de las rejas, dando leves "caricias".

De tan solo pensar en la guerra me hizo pensar en mi gente, acaso él había terminado todas las amenazas que mando al reino.

-A todo esto, terminaste con las amenazas, cierto?-dije mirándolo muy fijamente a los ojos preocupado por su respuesta.

-Soy un hombre de palabra, prometí que si venías a mi reino no sucedería nada, así que si, detuve todas esas "catástrofes"-dijo riéndose el muy maldito- Además ahora te tengo cautivo a ti, que más puedo pedir-dijo levantándose.

-Piénsalo bien Felix, de tu respuesta depende tu futuro-dijo por última vez antes de retirarse del calabozo.

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