𝓔𝓵 𝓻𝓮𝔂 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓷𝓲𝓮𝓫𝓵𝓪𝓼-ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ

𝓒𝓪𝓹 XVIII

Me acerqué y me apoyé en la mesada que estaba frente a el para poder hablar cara a cara.

-Primera pregunta-empecé yendo al grano-Como se llamaba tu hermano-fue lo primero que se me vino en mente.

-Sam-respondio con seriedad.

-bien, siguiente pregunta-pensé un poco para luego preguntar- Porque la gente le tiene tanto miedo al bosque de luces encantadas si tu dijiste que no hay peligro.

-Hay algo detrás de eso-Se posicionó mejor sobre la mesada-Da la casualidad que cuando solté a Obsidian para que diera un paseo este se alejo demasiado y encontro el bosque. Justo se dio que este se encontrara a un gran ejército de caballeros.
El tan solo se los comió vivo produciendo un fuerte rugido que fue escuchado por los reinos vecinos. Tan solo por esa razón la gente empezó a inventar cosas que temibles criaturas habitan allí- Por un lado fue una buena acción, ya que provocó que nadie más quiera entrar a ese bosque y las criaturas que viven ahí pudieran estar en tranquilidad.

-Si... tienes razón.

-Igualmente eso no quita el hecho de que no sea peligroso, algunas criaturas evolucionaron asi que hay que tener cuidado...—Algo más que preguntar, pequitas, mira que tengo poca paciencia.

-mmm.. hay algo que me entró en duda-Ese Obsidian es tu dragón verdad?-Hyunjin tan solo asentío y yo continúe hablando-De donde lo sacaste, hace años no se ven dragones por ningún lado de estas tierras, dicen que son indomables y imposibles de tenerlos de "mascota".

-Los dragones no son mascotas, tienen la libertad de hacer lo que les plasca, pero Obsidian ya estaba criado desde pequeño y raramente se dejo y sobre lo otro, eso no te lo puedo responder con sinceridad, por que lo único que se de su llegada fue que un tío mío en aquella época durante un largo viaje consiguió un huevo, era un tio bastante loco que nadie de la familia le daba importancia, tan solo desaparecía y a los dias o incluso años volvia—A lo primero mi familia había decidido dejarlo en manos de mi abuelo, un viejo sabio que conocía sobre todo en el mundo a base de libros, pero luego pensaron que yo al ser el futuro heredero de Basfield debía de tenerlo. Aunque básicamente el huevo se lo saquearon a mi tío, decían que él no podía tener aquello en mano o sabrá quien que cosas hubiera hecho.

-Woow, eso es increíble-finalicé para luego quedarnos callados en un raramente cómodo silencio.

Estaba decidido a irme pero al apenas moverme Hyunjin pronunció:

-Ven a conocer a Obsidian.

-Quee, ese dragón va a comerme-contesté con temor en mis palabras.

-No lo hará, si se lo ordenó-enunció para agarrarme la mano teniendo la intención que lo siga.

-Y como se que no estas mintiendo.

-Confía en mí como yo confíe en ti al contarte parte de mi historia, parte de mi vida.

Lentamente asentí ante sus palabras, sabía que era algo serio. Le moví un poco la mano indicando que me llevará.

Atravasemos la sala del trono para llegar al calabozo, siempre bajo la atenta mirada de los guardias.
Cuando llegamos a la puerta de reja, Hyunjin me advirtió.

-Dale a Oliver a Changbin, él te lo cuidara.

Ante dicha advertencia mire hacía Changbin viendo como esté estiraba su mano. Estaba dudando en dárselo, cosa que Hyunjin notó

-El no le hará nada, es una orden-Changbin asintió a su comentario.

Deje a Oliver en su hombro y le dije:

-Si llegas a tocarle tan solo una pluma, te mató-pronuncie con seguridad.

Luego de aquellas palabras, mi acompañante tomó de nuevo mi mano y nos encaminamos a bajar por las fría y húmeda escalera, para que después de unos minutos tocaramos el suelo.
Estaba todo oscuro, pero Hyunjin con tan solo un revoloteo de manos prendio todas las pequeñas velas derretidas que había.

Me había quedado paralisado cuando realizó dicha acción, pero él me trajo a la realidad luego de dar un pequeño apretón de mano y yo le seguí el paso.

Estabamos caminando en total silenció que solo se escuchaba la llama de las velas.

Yo realmente estaba nervioso y en todo camino no hable para nada.

-Acaso te comieron la boca los ratones, pequitas-dicho esto yo comencé a hablarle.

-Tengo miedo-confirme aferrandome más a su brazo cuando llegamos frente a la puerta de madera.

-Estoy contigo, no temas.

Seguido de esa frase el abrió la puerta para adentrarse, pero yo me separé de su mano quedándome fuera.

-Vamos Felix tan solo confía, como confiaste en mí en aquel bosque cuando te encontré y me amenzaste con tus flechas.

Di un gran suspiró y con cortos pasos logré traspasar aquella puerta.

El lugar estaba oscuro y no podía ver dónde estaba Hyunjin, por que para colmo las pequeñas velas de afuera no llegaban a alumbrar.

-Oye dónde estás-susurre, pero al no recibir respuesta levanté un poco más mi voz-Hyunjin no es gracioso, dime donde te encuentras.

Pero nada, no había respuesta.

Dicho esto, empecé a caminar y mover mis brazos buscándolo, para de pronto lograr tocar algo rasposo...

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