𝓔𝓵 𝓻𝓮𝔂 𝓭𝓮 𝓵𝓪𝓼 𝓽𝓲𝓷𝓲𝓮𝓫𝓵𝓪𝓼-ᴴʸᵘⁿˡⁱˣ

𝓒𝓪𝓹 XIV

Como había dicho me propuse a darle vida a este jardín. Por eso empezamos, y digo empezamos porque Minho me estaba ayudando a recorrer todo el extenso jardín.

A primera vista solo se observa el gran estanque, pero si investigas más a fondo puedes observar una casa pequeña.

Me dirigí a esta con Oliver siempre en mi hombro, mientras que Minho se había quedado sacando algunao yuyos.

Chequee la pequeña casa por fuera y lo unico que podía ver era que adentro era muy oscura. Con bastante cuidado decidí abrir la puerta sin que Minho me viera pero al abrila unos graznidos provenientes de cuervos. Y si efectivamente había encontrado su casa.

Facilmente dentro habia unos 20 cuervos carroñeros, uno de ellos era el que me había llevado la carta hasta Basfield, lo pude reconocer por que a su pata le falta un dedo.

Los cuervos empezaron a graznidar más indicándome que me vaya y dicho esto yo me salí de su casita.

Cuando me di vuelta no vi a Minho por ningún lado tan solo lo vi a el, mi dolor de cabeza de todos los días.

-Vaya vaya-Ahora además de insurpar mi casa también quieres cambiarla-dijo acercándose con sus manos en los bolsillos.

-Que, acaso te lo dijo tu perro faldero-refiriendome a Minho- Solo quiero darle color a su horroso jardín, su majestad-dije asiendo una falsa inclinación para irme que este lugar.

-Ese perro faldero, se llama Lee Know y es mi mano derecha-pauso-Agradece que no lo dejo actuar como le apetece, estoy seguro que te hubiera dejado una linda marca en tu cuerpo, si yo fuera tu le pediría perdón.

Yo trague grueso.

-Que estas haciendo aquí-le pregunté cruzandome de brazos.

-Que yo sepa este es mi castillo y puedo hacer lo que me plazca.

-Bueno, si en ese caso es tu castillo, por que no lo cuidas como se debe eh, mira como esta tu jardín-dije negando con la cabeza y Oliver como si entendiera chillo.

-Me importa muy poco las inutiles plantas-hizo un ademan con su mano-Ademas ahora eres mi nuevo "perro faldero" y que mejor que arregles esto como buen jardinero que eres, realmente me halagas.

-Primeramente, las plantas te mantienen vivo gracias a su oxígeno, desgraciado-refuñe para luego pensar-segundo yo no te estoy halagando y tercero, si quieres que sea tu "jardinero" aunque en teoría lo hago por voluntad propia, porque no me compras plantas eh, porque que yo sepa plata te sobre con terrible reino que tienes y como mantienes a tu gente-pause-al verlos en aquel estado se muy bien que tus impuestos son altos-finalicé, recordando la primera vez que entre al reino de las tinieblas y vi el estado deplorable del pueblo.

-Lo que haga o no con mi gente no te incumbe- Y si tantos quieres esas plantas tendras que ganartelas.

-Y que debo hacer, mi rey-dije en forma de burla.

-Portarte bien.

-Ay vamos, no seas desgraciado-Encima que me tienes encarcelado, distraeme con algo, sino empezaré a molestarte.

-No.

-Porfis, porfis, porfis, porfis, porfis, porfis-Dije mientras saltaba a su alrededor-porfis, porfis, porfis, por...

-De acuerdo, deja de ser tan molestó, no te aguantó rubiecito-suspiró cansado- Prepárate saldras del castillo para hacer tus compritas.

Sonreí en modo de victoria al lograr lo que me propuse, pero la sonrisa duro poco.

-Ire contigo.

-Queee, porque no mandas a Minho que lo tienes todo el día encima mío-Tan solo pensar salir con el me ponía hipernervioso y molestó, no se porque.

-Por que a Minho tranquilamente si aprovechas la oportunidad, podrías patearle sus pelotas y quedar en libertad-Dijo frunciendo su cara.

-Ay majestad, pero si eso ya lo hice contigo-dije haciendole una mueca mientras tocaba sus mejillas como si fuera un bebé.

-Te deje actuar para ver a donde llegabas- Fue un pequeño juego de Bienvenida.

-Hijo de...

-Deja de insultar y ve a cambiarte si quieres salir a comprar, la oferta es corta Felix, te doy una mediahora para prepararte-finalizó antes de entrar a la pequeña casa de los cuervos.

Apenas lo perdí de mi vista esperé unos minutos y corri al castillo, no podia desaprovechar esta oportunidad de salir alguna vez de este triste lugar.

Rápidamente escogí una camisa blanca de lino que nuevamente me quedaba hasta las rodillas mas o menos y esta vez debajo no estaría expuesto, elegí un tipo de short que se usa debajo de vestidos prácticamente.

Estaba tan concentrado buscando unas botas que de la nada Hyunjin aparece en la habitación.

-Tardaste demasiado y se terminaron tu tiempo -dijo levantando la ceja y sonriendo malvadamente el desgraciado. Realmente quería contestarle de la forma menos educada posible, pero debía mantener la calma.

-Oye es injusto-Estaba buscando que ponerme, no tengo nada, ni botas de mi talla-dije con cara de frustado sentandome en la cama.

-mmm...no seré tan hijo de puta y te la dejo pasar-pauso-Y sobre las botas ten-dijo sacando algo debajo de la cama. Eran mis botasss.

-Gracias, gracias.

-De nada..-respondio con aquella voz ronca con indiferencia-Igualmente te compraré ropa, no me molesta que uses la mía, pero si me molesta que andes al descubierto debajo de esta-pauso-Yo todo encantando de verte así pequitas, pero el hecho de que mis guardias te vean asi no me causa ninguna gracia

-Y tu cómo sabes eso-dije escaneandolo, pasando por alto lo último dicho.

Solto una pequeña risa-Cuando saliste al jardín y te encontré salir de la casa de los cuervos, una pequeña brisa levantó tu remeron.

-Y tu que andas viendo...-Me interrumpio.

-Si sigues parloteando el tiempo pasara y mis ganas de ir al pueblo también-dijo para tomarme de la mano y levantarme de la cómoda cama-Asi que si no te quieres perder la oportunidad salgamos de este lugar-pronunció para salir de la habitación aún con las manos agarradas.

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