Ruidos

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Ruidos, Gritos, Golpes y mucha sangre.

¿Así había querido el mundo que me sintiera?

¿Acaso era una forma de volverme fuerte?

¿Cuál es mi propósito en este mundo?

¿Sufrir? O ¿Crecer?

Pero algo si era claro, no estaba segura si no me sentía así.

Desperté con la respiración agitada y todo mi cuerpo sudado mientras me senté y mire y me dí cuenta que seguía en el mismo lugar. En la misma prisión sin todavía saber nada esto me podría llevar o al desespero o a la miseria, lo mismo no? Era de día ya que veía los rayos del sol asomarse por la ventana de la habitación en la que estaba pero no sabía que hora exactamente del día era, todo siempre era un misterio para mi. Tocaron la puerta de la habitación pero tenía tanto miedo que ni siquiera dije nada sin embargo una señora entró a mi habitación mirándome y bajando levemente la cabeza.

-El señor me mando a revisar si estaba despierta y si, si que le avisará que se colocará el vestido del armario.

La mire sin decir nada a lo que ella asintió y se fue con el mismo silencio del que entro. Lleve mis manos a mi rostro del desesperó que sentía en este momento, tenía que jugar su juego no? Si quería sobrevivir debía hacerlo. Debía actuar como una maldita sumisa para sobrevivir y saber respuestas. Me levanté de la cama mientras me mareé un poco pero lentamente me recompuse a lo que fuí a caminar al baño y refrescarme un poco el rostro. Me dí un refrescante baño mientras salí con una toalla y fuí al armario y observé como un traje pegado elegante pero a la vez sencillo de color verde oscuro estaba ahí con unos zapatos lindos y sencillos. Me los coloqué y salí de el armario y note que había presencia ahí, unas damas.

¿Mas sirvientas acaso?

-Hola Leire el señor nos dijo que te maquillaramos y peinaramos, toma asiento aquí por favor.

Señalo a un asiento alfrente de el espejo a lo que seguí ordenes y fue lo que hice mientras aproveché ese tiempo de silencio para poder pensar en estrategias y planes. Minutos después las damas habían terminado y se habían ido mientras me miraba en el espejo, un maquillaje natural pero lindo mientras que en el peinado el cabello suelto con unas trenzas sostenidas entre si en la parte de atrás. Me quede observando me por unos minutos mientras me levanté y dispuse a salir de la habitación y caminar al comedor. Mientras caminaba los nervios se instalaron en mi cuerpo cada vez que me acercaba al comedor.

Entre y había muchos tipos de opciones de comida de desayuno mientras que al final estaba el, sentado mientras observaba unos papeles con el ceño fruncido y concentrado en ellos. Al entrar el poso su vista en mi examinando me mas de lo normal mientras me sentaba y lo miraba.

-Veo que estas mejor o me equivoco acaso?

Negué con la cabeza sin pronunciar una palabra.

Al el ver esa acción arregló sus mangas largas de la camisa colocándolas en su ante brazo mientras me miraba. Yo mantuve ese contacto visual sin soltarlo hasta que el comenzo a hablar de nuevo.

-Si no lo comes se enfriará.

-Y tu? También debes comer.

El alzo las cejas mientras se echo para atrás en su asiento mientras uno de los botones de su camisa se le abrían en el intento algo que hizo que se desviará mi mirada.

-Aprecio tu preocupación pero primero tengo algo importante que hacer.

Estaba a un punto de preguntar pero sabía que no iba a recibir una respuesta adecuada. Opte por no decir nada y comenzar a desayunar el solo asintió y siguió observando sus papeles.

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