✧Truth✧

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¿Valió la pena?

Desperté por culpa de unos ruidos diminutos que escuche y resultaban ser de una sirvienta que andaba entrando y saliendo del armario hasta que se detuvo al ver que me había despertado.

-Mil disculpas señorita estaba dejando todo impecable e intenté hacer el menor ruido posible.

-Esta bien.

Asintió y rápidamente salió de la habitación dejándome en silencio. Voltee a mirar a mi lado y fruncí el ceño al no ver a mi conejo. Rápidamente me levanté saliendo de la habitación en pijama caminando buscándolo. Hasta que me detuve en el comedor al ver a la sirvienta que siempre tenía un tono amigable.

-Hola señorita.-Pronuncio al notar mi presencia.-Ocurre algo, la notó preocupada.

-Mi conejo, donde está?

-Esta en el jardín. Dígamos que despertó antes que usted y mi jefe me informó que lo llevará al jardín para que tomará aire fresco y se pudiera curar mas rápido.

Me quede atónita por un momento procesando todo ya que la noche anterior seguía en mi mente pero evitaba pensarlo demasiado.

-Gracias.

Dije para ir al patio pero ella me detuvo.

-Señorita no desea primero desyunar? Puedo ir en busca del conejo y llevarlo a su habitación si usted desea.

Mire la mesa con muchos aperitivos deliciosos a lo que asentí y me senté mientras ella se iba dejándome en un total silencio. Minutos después escuché como se abría la puerta del comedor detrás de mi.

-Ya? Eso fue rápido.

Dije volteando me pero me detuve al verlo a el Marcus resultaba ser su nombre. El nombre de mi secuestrador que solo sabía algo de el y nada mas, el llevaba una vestimenta fina y elegante mientras su cabello tan peinado que no había ningún mechón rabioso saliendo de su peinado.

-Una disculpa por no ser quien esperabas.

Dijo mientras fue a sentarse en su asiento de siempre y comenzar a comer. Lo observé sin decir nada mientras el comenzaba a comer de lo más tranquilo mientras en mi mente pensaba en lo que acababa de escuchar la noche anterior. El se detuvo a observarme mientras cruzaba sus dedos entre si colocándose en una posición intimidan te para mi gusto.

-En unos minutos no estaré acá en la casa.

Fruncí el ceño confundida al ver su tema de conversación.

-¿Por qué?

Cruzó sus brazos echándose para atrás en su asiento mientras me seguía mirando.

-Tengo unas cosas importantes que resolver, estarás al cuidado de las sirvientas.

-Mmm.

Dije mientras seguía comiendo pensando en un plan para escapar.

-Hay cámaras vigilando te, cualquier cosa que intentes no te funcionará.

Me detuve y lo mire fijamente alzando las cejas.

Así que me tenían como una maldita delincuente vigilada.

-Te daremos tu espacio pero si intentas algo en el momento de ponerte rebelde créeme que tu espacio lamentablemente se acabará.

Mordí el interior de mi mejilla en desesperación mientras mire alrededor suspirando ondo.

-¿Por qué?-Lo mire fijamente.-¿Por qué?

El se tomó unos minutos en silencio para simplemente observarme fijamente parecía realmente batallar si decirme o solamente hacía eso para desesperarme mas.

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