Sombra

=Temor =

Sentía como todo a mi alrededor estaba silencioso. No podía abrir los ojos, todavía sentía como estaban bien pesados y no tenía la energía de mover ni un milímetro de mi cuerpo. Sentía un dolor insoportable y no podía hacer mucho al respecto. Pero si podía escuchar las conversaciones que se dieran cerca de mi.

—¿Todavia no a echo ningún avance?

Marcus

—No señor, pero en unas horas o días esperamos que despierte.

Horas.

Días.

Sentía sintiendo un dolor inmenso, no podía quedarme aquí por horas, o días. Necesitaba despertar ya. Con todas mis fuerzas le envié señales al cerebro para que me permitiera mover mis otras extremidades pero eso causaba mas dolor en mi. No podía rendirme.

Se escuchaba como la máquina que medía mi corazón y la presión aumentaba.

—Doctor!

Escuche como la voz de Marcus gritaba alarmado y justo en ese momento entro alguien.

—¿Que pasa?

Jake.

—Llama al doctor.

Escuche como el salía y gritaba por el pasillo.

Necesitaba despertar.

Ahora.

Escuchaba que pasaban muchas cosas a mi alrededor. Personas caminando y entrando y saliendo. Mucho ruido.

Tenía dolor por todas las extremidades sentía que me ibana desmayar pero ya lo estaba. Cuando sentí una luz brillante en mis ojos en un momento para otro.

Todo negro.

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JAKE

Ví como se llevaban a Leire en una camilla a sala de urgencias y no nos permitían entrar. Eso provocó en mi una desesperación mas.

—Mierda, pero que paso?—Voltee a ver a Marcus y lo veía mirando fijamente en un lado era su forma de pensar y intentar retroceder en los pensamientos.

—No lo se. Todo estaba bien hasta que el doctor salió y comenzó todo.

—Maldicion.

Lleve las manos a mi cabello queriendo arrancarmelo en el acto pero sería muy inmaduro de mi parte en un momento como este.

Ví como Marcus recibía una llamada y se alejaba para hablar unos minutos volvía hacia mi.

—Ya vuelvo, cuida a Leire.

Fue lo único que dijo para irse por el pasillo apurado.

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X

Abrí las puertas fuertemente mientras mire alrededor del hospital como las enfermeras y doctores e pacientes se detenían para mirarme fijamente por el escándalo que hacía y además de tener guardaespaldas detrás de mi. No me importaba. Camine rápidamente alrededor.

—Ustedes por el primer piso yo buscaré en los segundos y los demás se dividen en los otros.

Fue lo único que dije al ver como todos se iban como les había mandado y yo seguía mi camino por donde sospechaba que iba a estar ella. Para ser mis hermanos o sus supuestos cuidadores no saben hacerlo.

Camine alrededor de los pasillos entrando a cada maldita habitación escuchando como la gente soltaba un grito por mi repentina aparición. Seguía abriendo y cerrando puertas sin detenerme cuando pude escuchar la voz de uno de mis guardaespaldas.