Tres caminos, Tres elecciones.
Tu decides.
Volví a despertarme de una pesadilla que me había dejado un dolor de cabeza al despertar que seguía incrementándose al paso. Me quede mirando el techo que ya se había vuelto familiar al pasar de los días y sin embargo seguía sin respuestas habían pasado ya semanas y no había encontrado nada mas que la foto de mi que por alguna extraña razón había en esa biblioteca extraña. Ya mi rostro era horrible las ojeras causadas por haber intentando encontrar información en la noche y sin haber encontrado una sola respuesta a todo esto era desesperante.
Un toque en mi puerta interrumpió mis pensamientos más íntimos. Me senté en la cama y arreglé el cabello con mis dedos para decirle a la persona que estaba atrás de la puerta que entrará.
Noté a la sirvienta que ya se había volvido algo mas que una simple sirvienta por alguna razón ella en su aura demostraba algo que transmitía paz y tranquilidad.
—Buenos días señorita el señor la espera ya en el comedor.
—Creo que el podría esperar un poco más.
Ella simplemente sonrió y asintió mientras salía con el mismo silencio que entró. Miré a mi conejo que seguía acostado en mi cama mientras me miraba. Estos días ya se iba curando la verdad estaba ya sano pero dígamos que no quería dejarlo y si lo hacía el evitaba irse lejos de mi lado así que opté por quedarme lo como algo mas que una mascota si no como un hijo. Me levanté exhausta mientras caminaba al baño y me daba una refrescante ducha a agua caliente notaba como el vapor salía de el agua y se llenaba en el baño y se esparcía. Recosté mi espalda en la pared de la ducha mientras miraba a un punto fijo pensando y analizando. Procese todo mientras salía y iba al vestidor para esta vez elegir algo de mi gusto. Un vestido con un top de corte de V y una falda lisa y cómoda mientras que el color del vestido era de un vino rojo con decoraciones negras. Era tan cómodo se sentía como una sábana suave. El peinado que me hice fue lo bastante sencillo simplemente dejarme el cabello suelto y natural notando se mis ondas de cabello. No me coloqué accesorios ya que sentía que ninguno combinaba con este vestido así que opte por ya salir camino al comedor ya que mi estómago rugía de hambre.
Cada vez que salía de la habitación todo estaba vacío Marcus cumplía con su palabra de darme el espacio que quería o también podría ser que tendría mala suerte y no había nadie alrededor o simplemente se alejaban por que quizás era un peón para ellos. Entré al comedor y noté como el miraba fijamente por el ventanal mientras estaba sentado pero al escuchar mi llegada su mirada se plasmo en mi.
—Buenos días.
Fue lo único que pude decir mientras me sentaba en mi asiento común de siempre.
—Buenos días Leire.
Comencé a comer pero note que el seguía mirándome fijamente una incomodidad se plasmó en mi a lo que me detuve y lo mire de reojo.
—¿Ocurre algo?
—Deberias descansar.
Fruncí el ceño en confusión. El se fijo en eso prosiguió hablando.
—Tus ojeras han aumentado, necesitas un doctor o médico? Puedo pedirlo por ti.
Miré a otro lado.
No te descontroles Leire has ido muy bien estos días para que un momento a otro pierdas todo.
—Estoy bien.
Fué lo único que pude pronunciar sin que sonara mal educado.
El asintió mientras comenzó a comer sin decir una palabra pero en ese momento al mirar la comida pude notar que perdí el apetito. Así que lentamente me alejé de la comida y me levanté sin decir nada saliendo de ahí.
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Sombra
RomanceUna chica que a sido ignorada toda su vida por sus amistades y familiares. Llegó ese alguien que cambió todo, para bien, o para mal?