Sebastián:
¿Que sería la vida sin la muerte?
Si, suena a algo que solo diría un loco psicópata como yo, pero... ¿Alguna vez lo has pensado?Sin la muerte no hay vida.
¿Oh acaso tú no quieres hacer un montón de cosas antes de morir?
A eso me refiero. Si no existiera la muerte tu no quisieras hacer esas cosas, ya que, sin la muerte no hay motivación. Sin la existencia de la muerte no te sentirías motivado a hacer un carajo.
Mientras mis ojos contemplaban el cuerpo sin vida de una de mis víctimas recién fallecida con las pupilas arrancadas, mi mirada pasó a través de los vidrios ahumados y me percaté de ella:
Una simple chica, que vestía una camisa femenina de color pastel, y de cabello rojizo con un par de pecas por su cara, sumado a un color de ojos azules que a mí tanto me gustaban coleccionar en un frasco de vidrio.
Ella era perfecta.
No puedo describir las ganas que tengo que someterla allí mismo, cortarle su cabecita y llevármela a dormir todos los días para cada vez que mis ojos se abran ver esa linda cabeza desmembrada.
< Si la quieres entonces tómala >
Mi mente soltó eso de inmediato.
No solía secuestrar personas. Yo era más de acosarlas esperando un momento de descuido para poder mutilarlas y luego comerme sus órganos.
Si, soy un psicópata y un asesino.
No es algo de lo que me deba sentir orgulloso, pero por alguna razón me siento bien al quitar una vida.
Siento como si yo fuera un Dios que decide quien vive y quién no.
Y eso, no tiene precio alguno.
Lastima que últimamente se me ha hecho un poco más difícil con esto de la policía siguiéndome la pista. Todo porque simplemente me descuide y una de mis víctimas se me escapó y les aviso a las autoridades y ahora esos malditos no me dejan en paz.
¿Que hay de malo en quitar una que otra vida a la semana?
Si literal ellos consumen y matan a seres vivos que según ellos " son animales" cuando los verdaderos animales son ellos.
¿Oh es que acaso dirás que hay gente buena en el mundo?
Si es así te diré algo:
Nadie es completamente bueno.
Todos alguna vez seremos capaces de hacer algo atroz solo para completar nuestras metas.
¿O es que acaso me dirás que no harías cualquier cosa solo para ser la persona más rica del mundo?
En fin, debo hacer algo si no quiero que aquella chica se me escape.
< Se ve joven, seguro tiene 18. ¿Que tan buena será en el sexo oral? >
Esa y otras preguntas son las que inundaban mi cabeza al verla a través del cristal.
En momentos así, solo puedo hacer una cosa:
Esperar.
Si, se que no tengo mucho tiempo antes de que vengan los conductores del auto en dónde ella está. Pero hay algo que siempre te asegura un buen asesinato oh un buen secuestro,y eso es la paciencia.
Así es como los lobos cazan a sus presas. Esperando el momento en el que estén más distraídos para luego atacar sin que tengan oportunidad de escapar.
Voltee mi rostro al otro vidrio ahumado y pude avistar que uno de los coches ya se estaba yendo, y luego clavé mi mirada en la chica:
Tan inocente, tan indefensa.
Era el momento indicado para atacar.
Abrí la puerta de mi lado, y miré para todos lados solo para asegurarme si de casualidad había alguien inoportuno que arruinara mis planes.
Nada.
A paso lento y sin que ella se diera cuenta, llegué hasta la ventana de su auto y apoye los hombros en el techo del vehículo, y empecé a lanzar esas frases que siempre seducían a chicas tontas como ella:
- hola preciosa, ¿Que haces aquí tan sola?
Ella volteó asustada hacía mi dirección con una mano en su pecho y una evidente cara de susto.
- oh, hola. - dijo nerviosamente.
- perdón si te asusté, es solo que quiero asegurarme de que no te sientas sola.
- no, tranquilo, estoy bien.- se notaba incómoda y con algo de miedo.
Ah, como me encanta cuando apenas miro a mis víctimas y ellas ya están temblando de miedo.
- ¿Segura?
- si.
Era el momento.
- bueno, entonces...- en un rápido movimiento agarre su cuello con fuerza sin darle tiempo a reaccionar- será por las malas.
Ella empezó a chillar como cerdo mientras yo cada vez ejercía más presión. Y, debo agregar que sus gritos de miedo eran lo más armonioso que mis oídos había escuchado.
Algo que noté, era que era más hermosa de cerca, parecía un hermoso angelito caído del cielo. El cual estaba justo en las garras de un demonio dispuesta a llevarla al infierno.
Ella intento forcejear, pero a pesar de que para ser mujer tenía fuerza, no era nada comparado a mi meticuloso agarre con la suficiente fuerza para retenerla pero sin tanta como para dejarla sin oxígeno y que se asfixie.
- por...por..fa....vor... déjame.- me imploro luchando por liberarse.
Unas cuantas lágrimas se deslizaban por su blanca piel. Su bella piel.
No sé que había en ella, pero sin duda tenía algo que me impulsó a hacer lo que estoy haciendo en primer lugar. Algo que apenas la vi me pareció que era especial. Que no era igual a el resto de mis víctimas.
Era como si ella fuera diferente, aunque a simple vista no lo pareciese.
A simple vista podías pensar que era una tipa cualquiera, que seguramente le gustaba leer y se creía diferente a las demás solo porque era virgen. Oh alguna de esas mamadas.
Pero, no.
No siento que sea como otras víctimas.
Era......¿Especial?
Ella empezó a pedir auxilio a gritos, lo que hizo que me liberarse de esos pensamientos. Unos pensamientos sumamente raros y que era mejor no sentir.
- ¡Cállate quieres! - le grité.
Con mi mano aún sujetando su suave cuello la seque del auto y la puse arrodillada en el suelo. Ahí fue cuando de mi bolsillo saque una de mis navajas favoritas que justo había traído.
¿Debería matarla? ¿Oh simplemente secuestrarla?
No puedo negar que me encantaría verla tirada en el suelo con un corte letal en su cuello pintando el negro pavimento de rojo sangre. Sería súper satisfactorio.
Pero, por otro lado hay algo que me lo impide. Algo que quiere que me la lleve a casa y la tenga para mí solo. Para nadie más.
Eso último me hizo guardar mi navaja de nuevo en el bolsillo con cierto disgusto.
¡Odio no poder matar cuando yo mismo me lo impido¡
- ¡Por favor suéltame! - fue una de las muchas súplicas que parloteo - ¡Juro que no le diré a nadie!
Fue entonces que el llanto comenzó.
Debo actuar rápido.
En cualquier momento alguien vendrá a ver porque tanto alboroto. Y ahí vera a un chico pálido de cabello negro y corto sometido a una chica.
¿Y ahora que?
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Eres, y siempre serás mía (+18)
Romance🔞 Está historia está marcada como madura🔞 Erika Coffey, la dulce, la tranquila, la inteligente Erika. ¿Alguna vez hizo algo malo en su vida? la respuesta a esta pregunta es no. oh, bueno, al menos hasta que la dejaron sola ese día en el auto mie...