Después de chismear por dos horas, seis de ellos se quedaron dormidos. Menos Sebastian y Max.
Max terminó la llamada y apagó la luz para que Nico y Lewis durmieran mejor, Vettel y Verstappen salieron de la habitación.
—Dijiste que debíamos hablar ¿Qué debes decirme? —pregunta el neerlandés
—Es sobre Mark, bueno algo parecido —empieza Sebastian y Max ya sabe por dónde va esto. Mark y Sebastian fueron algo parecido a una relación en 2010, pero Mark se había interesado más en Fernando durante el tiempo que estuvo con el alemán.
—¿No habían terminado ya?
—Sí, lo hicimos, pero no es nada referente a nosotros, se trata de Fernando y él.
Max lo miró interesado en esa información y abrió la nevera sirviendo dos vasos de refresco.
—Cuéntame mas —sonríe
—Creo que están saliendo, pero no estoy seguro —confiesa Sebastian y Max se siente un poco sorprendido, pero no mucho, sospechaba que eso iba a pasar tarde o temprano
—¿Tu estas bien con eso? —Max se preocupó por Vettel
—Dudo que tenga importancia si lo estoy o no, pero creo que estos meses separados me ayudaron a entender un par de cosas —respondió Sebastian tomando un poco de su refresco
—Estos meses en Finlandia te ayudaron ¿no? —el menor sonrió pícaramente
—Uno pensaría que un niño a tu edad no es tan mal pensado.
—No soy mal pensado, solo digo lo que pienso. Y pienso que Kimi te ayudó un poco —la sonrisa pícara seguía ahí
—Sí, Kimi me ayudó, pero no de la forma que crees. Deja de creer eso. —lo regañó Sebastian y Max se encogió de hombros
El celular de Max timbró y era un mensaje de Michael avisando que estaba llegando a la casa.
—Despierta a Nico y Lewis —el color desapareció de su cara—. El tío Michael ya viene.
Sebastian no espero más para correr hasta la habitación. Max enjuagó los vasos de refresco lo más rápido que pudo y subió hasta la habitación corriendo también. Le habían dicho a Michael que tendrían todo limpio para cuando volviera y no habían guardado ni los calcetines.
Sebastian les estaba pegando con una almohada a Rosberg y Hamilton para que se despertaran.
—¿Qué carajos quieres? —pregunta Lewis adormilado
—Tenemos que limpiar esto, Michael ya viene —avisa el piloto de Red Bull y eso despierta a los dos otros pilotos
—Esto es un desastre —Nico mira la habitación con ropa tirada, palomitas desperdigadas, vasos de refresco en cada esquina y zapatos en todo el camino—. Va a matarnos.
—Pues pónganse a limpiar ¿Qué esperan? —pregunta Max recogiendo los vasos
Nico se encarga de la ropa.
Sebastian de las palomitas.
Lewis ordena la cama.
Cuando van terminando escuchan el auto del Schumacher y empiezan a moverse más rápido. Nico solo empuja todo lo demás al closet, Sebastian bota las palomitas en el cesto del baño y Lewis tira las almohadas en la cama. Max tuvo que correr a la cocina con los otros vasos, enjuagarlos y tirarlos a su lugar.
Cuando la puerta principal se estaba abriendo corrieron al sofá y simplemente se acomodaron ahí entre empujones.
—Hola —Corinna abre la puerta con una sonrisa y los otros cuatro devuelven el saludo— ¿Qué hacen ahí todos quietos?
—Conversábamos —responde Lewis sin parecer nervioso
—Bien ¿pueden ayudar a Michael con las compras y los niños por favor? —pide Corinna y los cuatro asienten
Nico y Max ayudan con los paquetes mientras Sebastian y Lewis cargan a Gina y Mick quienes se quedaron dormidos.
—¿Limpiaron la habitación? —pregunta el 7 veces campeón del mundo
Los cuatro asienten.
—¿Mika y Valtteri ya llegaron? —pregunta Corinna a su esposo
—Deberían estar llegando pronto, pasaron por Jos así que se demoraron un poco más —se burla el alemán
—Mi papá no se demora tanto —lo defiende Max
—Maxie, tu papá es capaz es capaz de demorar lo mismo que Corinna arreglándose —su esposa le tiro una cuchara que Schumacher pudo esquivar
Media hora después, el auto del finlandés estaba estacionándose en el garaje de la mansión Schumacher.
—¡Val! —Max saludó a su amigo finlandés
El mayor le revolvió el cabello.
—¿Para el tío Mika no hay abrazo? —se queja Häkkinen y Max se le tira encima— Yo también te extrañé.
—Lo viste hace una semana —se burla Michael
—Habla el que no puede separarse de Max por mucho tiempo —Jos se baja del auto con Victoria en sus brazos—. Te estas quedando a mi hijo mayoría de las semanas del año.
—Como su padrino es mi deber llevarlo a ver la Formula 1.
—No llevas ni a Mick —contraataca Jos
—No quiero ponerlo en el ojo de la prensa si lo llevo conmigo, seria agobiante para él y a Max lo acostumbré desde chiquito. Pero Corinna no me dejo hacer lo mismo con Mick.
—Seguirte el paso a cada GP es difícil y ya estabas llevándote a Max quien no tiene fama de ser el niño más calmado —se defiende la rubia
—¡Hey! —se defiende Max quien está abrazando a su padre— Pero es cierto, lograba escaparme siempre.
—¿Y los niños? —pregunta Mika
—En la habitación de Sebastian, se durmieron —responde Michael
—¿Gina y Mick?
—También están durmiendo.
—Yo también quiero dormir —murmura Victoria
—Te acompaño a tu habitación para que te cambies y puedas dormir, cariño —Corinna la guía adentro
—Yo necesito una ducha —Valtteri entra a la casa
Los otros tres se quedan con Max hablando de cualquier cosa. Al mediodía, la mesa esta puesta y todos son llamados para almorzar.