Michael fue el primero en despertarse a la mañana siguiente. El alemán observó las tres cabezas rubias dormidas bajo la cobija de su cama, o bueno dos, Jos también se había despertado.
—Buenos días —murmura el neerlandés con la voz ronca
—Hola —sonríe el alemán—. Creo que iré a revisar cuanto desastre hicieron anoche
—No puedo creer que nos hayamos dormido —se ríe Jos
—Lastimosamente lo hicimos —Michael se sienta en la cama logrando que Corinna se abrace a una almohada para seguir durmiendo. La mirada del alemán se dirige al piloto australiano dormido al lado de su armario en el piso— ¿Por qué esta Mark dormido aquí adentro?
Jos se sienta también para mirar al piloto envuelto en mantas.
—Raro, yo veo eso como algo que Dan haría —el neerlandés logra escapar del espacio entre Mika y Corinna
—¿Dan? ¿Ya es tu Grid Kid? Estaré encantado de compartir custodia, es uno menos del que hacerme responsable.
—Creo que es el que mejor me cae de todo el grupo y es una ventaja que se lleve bien con Max y los niños, así que me lo quedo. Mika tiene a Kimi y Valtteri, Sebastian es de Corinna, me quedo con Daniel y tu con el resto —Jos toma la camiseta tirada a las patas de la cama para ponérsela
—Esa es mía —avisa Michael
—No me importa —el neerlandés entra al baño en lo que Michael se baja de la cama a buscar una camiseta
Schumacher sale del cuarto con cuidado de no despertar a Mark. El cuarto contiguo es el de Victoria, no hay nadie. Revisa en el de Mick encontrándose a Daniel despierto jugando en su celular.
—Buenos días —saluda el australiano con una sonrisa
—Buenos días, ¿Cuánto llevas despierto? —pregunta Michael con diversión por el brillo de energía que se ve en los ojos del joven piloto
—Un par de horas, pero no escuche a nadie salir de su habitación, así que me quedé esperando.
—Bueno, ya estoy despierto, baja a la cocina para hacer el desayuno, si tienes resaca hay pastillas en el estante de la sala. —informa el alemán
—Gracias, pero no tomé mucho —Daniel se levanta de la cama—. Quería bañarme, pero el baño está ocupado por Lewis y Jenson.
El alemán va al baño de invitados y abre la puerta mirando a los británicos acurrucados en la tina junto a un olor nauseabundo que casi lo hace vomitar.
—Los pondré a limpiar ese baño —cierra la puerta de golpe con asco
Michael camina con Daniel hasta la habitación de Max donde tres de sus hijos están durmiendo, pero no hay rastro del dueño de la habitación o el español chiquito.
—Te abriré la puerta de la habitación de invitados para que te bañes, déjame conseguir las llaves —le dice Michael a Daniel
El alemán camina hacia su habitación y abre la cajonera donde jura que anoche dejó las llaves.
—Jos, ¿has visto las llaves de la casa? —Michael abre la puerta del baño asomando la cabeza
—En la cajonera —responde el neerlandés que se esta secando el cabello
—No están —niega el heptacampeón
—¿Cómo que no? —Verstappen frunce el ceño y sale a revisar
Efectivamente, las llaves no están.
—Max no está en su habitación —Michael empieza a conectar puntos y camina por la habitación buscando un indicio de que haya sido el adolescente quien tenga las llaves. En el cuarto no hay nada y va hasta el baño donde encuentra la ropa de ayer de Max—. Ya se quien las tiene y sospecho donde esta.
—Max ¿verdad? —se ríe Jos y Michael asiente
—Y probablemente se haya llevado a Carlos.
Ambos salen de la habitación y bajan las escaleras encontrándose con un Daniel bailando en la cocina y sirviéndose un vaso de agua.
—Buenos días —el australiano saluda Jos sonriendo, quien devuelve el saludo
Siguen su camino encontrándose con la puerta principal abierta, caminan hasta la cochera donde la puerta también esta abierta y van hasta la guarida de Max. Michael abre la puerta y se asoma para ver a ambos adolescentes abrazados en el puf. Las llaves están encima del mini refrigerador y las toma dejando que Jos vea la escena. Cierran la puerta después y vuelven a la casa.
—Los vi escaparse anoche —sonríe Daniel
—Nada nuevo que Max se escape en mitad de la madrugada a su habitación —exclama Michael
—La novedad es que no te moleste que se haya escapado con Sainz —se burla el neerlandés
—¿Por qué me molestaría? —pregunta el alemán y le extiende las llaves al australiano—. Cuando doblas el pasillo encontrarás la habitación de invitados.
Daniel se marcha a buscar su ropa después de tomar las llaves.
—¿Enserio no estas celoso de Max y Carlos?
—Son amigos, no debería estar celoso —exclama Michael y Jos se ríe— ¿Qué?
—Se nota que Carlos quiere algo más; ¿no has visto como mira a Max?
Schumacher frunce el ceño y el neerlandés solo se burla mientras busca ingredientes para hacer el desayuno. Michael deja de lado sus pensamientos y pone a hervir agua para el café o té, depende de sus Grid Kids.
—Buenos días —Valtteri entra en la cocina y Michael le deja un plato de avena en la isla de la cocina
—Te despertaste temprano.
—Daniel no es especialmente callado y yo no tengo el sueño profundo como Jules y Fernando —murmura el finlandés
—Consejo, no entren al baño de invitados —avisa Michael y Jos lo mira esperando que se explique— Huele a vomito, haré que Jenson y Lewis lo limpien cuando se despierten.
—¿Están durmiendo en el baño? —pregunta Valtteri
—No es tan extraño como Mark en el piso de mi habitación —exclama Verstappen sentándose a desayunar
—¿Kimi se fue siempre anoche? —Valtteri asiente
—Me dejó un mensaje avisando que él y Sebastian estaban durmiendo en un hotel —informa el finlandés
—Por lo menos están avanzando en ese intento de relación —exclama Michael sirviéndose el desayuno y el de Daniel que acababa de entrar en la cocina ya bañado
—Igual que Max y Carlos —el australiano toma su plato y va a sentarse
Sus palabras provocan una mala mirada del alemán y risas de los otros dos en la habitación.
—Eres el único que no se ha dado cuenta —se burla Valtteri
Las palabras y burlas cesan cuando el dúo de adolescentes entra en la cocina. Saludan y se sirven desayuno, Carlos se mueve incómodo y confundido por la mirada penetrante de Michael.
—¿Qué van a hacer hoy? —pregunta Jos para aligerar el ambiente
—Ciclismo —responde Valtteri
—Mark y Fernando me van a arrastrar a sus planes antes de que tenga que volver a España —contesta Carlos
—Iré a Países Bajos, nada nuevo, probablemente Martin y yo vayamos a jugar futbol o manejar bicicleta —exclama Max—. Y debo cumplirle una apuesta con Daniel, así que nos iremos los dos.
—Ni siquiera voy a preguntar que tipo de apuesta —habla Michael—. No causen un desastre.