48|The Final Decision

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════ ⋆★Grid 2011★⋆ ════

El trio se estaciona en la entrada de la casa. Pueden ver claramente el auto de Sophie en la entrada. Jules apaga el motor, y durante unos segundos, nadie dice nada, hasta que la voz de Daniel tiembla.

—Deberíamos bajarnos.

Max es el primero en tomar la manija y abrir su puerta. Sin mirar atrás, sale del auto, y los otros dos lo siguen, conscientes de que lo que sea que haya pasado mientras estaban en Islandia, no será fácil de asimilar.

Reina el silencio cuando entran a la casa, todos en sus propios pensamientos, hasta que ven a Max. Carlos solo puede limpiarse las lágrimas mientras Mark y Fernando lo consuelan, Sebastian tiene los ojos igual de rojos que la mayoría de la gente en la sala, Valtteri tiene a Gina abrazada, David y Ralf tienen la cara escondida en sus manos. Victoria y Mick corren hacia su hermano mayor con los ojos rojos por las lágrimas.

—Está bien, estoy aquí. —abraza a sus hermanos conteniendo el llanto

El ambiente era preocupante, pero estaba por volverse devastador. Mientras Michael, Mika, Corinna y Jos salían del comedor, Sophie los seguía. Max solo puede quedarse mirándolos mientras mantiene a sus hermanos junto a él.

—¿Qué está pasando? —la voz quebrada del rubio solo logra que Michael, Mika y Jos aparten la mirada sin poder mirar a sus hijos

—Dile —le reclama Corinna a la belga con un tono que podría asustar al más valiente

—Tu padre y yo nos vamos a divorciar. —anuncia Sophie y la mirada de Corinna le avisa que si no termina le puede ir mal— Él se quedará con la custodia completa de Victoria y yo la tuya. Vendrás a vivir conmigo de ahora en adelante.

El anuncio de Sophie dejó a todos en la sala en un silencio abrumador. Max se quedó inmóvil, incapaz de procesar lo que acababa de escuchar. El peso de las palabras "vendrás a vivir conmigo" lo golpeó. Apenas podía creerlo, pero el odio en los ojos de sus padres, el llanto de sus hermanos y Carlos, las miradas de Sebastian y Kimi, el terror en los ojos de Daniel y Jules, la impotencia en sus tíos y la angustia de los presentes confirmaban que no era un mal sueño.

—No... —Max murmuró, soltando a sus hermanos mientras retrocedía un paso— No puedo dejar mi vida, mis hermanos, mis padres, mi familia, Carlos...

—Maxie, cariño, esto es lo mejor... —Sophie dio un paso adelante, extendiendo una mano hacia él

—¿Lo mejor para quién? —su voz se alzó, mezclada de incredulidad y rabia— ¡No puedes hacerme esto! ¡Tú te fuiste!

Sophie vaciló, su mano aún extendida hacia Max, pero sin saber cómo acercarse a él.

—No es que me haya ido... —exclamó Sophie— He hecho esto porque creí que era lo mejor para todos nosotros. No quería que las cosas se volvieran más complicadas. 

—¡Cínica! —Max gritó, su voz llena de incredulidad— ¡No puedo creer que me estés sacando de todo lo que conozco! ¡No puedo irme y dejar a mi familia atrás! ¡A mi hermana! ¡Son todo lo que conozco!

—Max, esto es difícil para mí también. Estoy dejando a Victoria con tu padre y me duele. —habla la belga y Max solo se ríe de ella— Pero esto es lo mejor para todos.

—¡No me digas que es lo mejor! —Max se volvió hacia Sophie, sus lágrimas fluyendo libremente— ¿Cómo puedes decirme que es lo mejor cuando me estás arrancando de mi vida?

Michael, al borde del colapso, se coloca delante de su pequeño campeón. La expresión de la belga endureciéndose al enfrentarse a Schumacher.

—Ya dijo que no, no sé que más quieres, pero no te lo vas a llevar. —Max se abraza a Michael y el alemán lo mantiene cera

—Crees que siempre puedes tener la ultima palabra, Michael, pero no es así. Max es mi hijo. —Sophie da un paso adelante

—¡Y es el mío también! —el alemán había demostrado ser temible cuando se trataba de sus hijos. La mirada en su rostro dejaba claro que no estaba dispuesto a ceder— Y su vida no es tu decisión, no puedes venir aquí con un documento que le quite todo lo que conoce y esperar que vaya a dejarte hacerlo.

—Te lo dije una vez, Schumacher, haré lo que tenga que hacer, pero tú no me vas a quitar a Max. —la voz de Sophie estaba cargada de odio y encaró al alemán con furia

Max retrocedió un paso.

—¡Te has ido por la mayoría de su vida! ¡No tienes un maldito derecho a encararme a mí y decirme que te lo vas a llevar! —Michael había dejado todas las lagrimas apenas salió el comedor

—Y mira como lo has criado. Malcriado, sin respetar ordenes, caótico... —le reclama Sophie con desprecio

El neerlandés repitió las mismas palabras por unos segundos. Esas palabras que lo habían dañado días atrás: "Me abrumas."

Carlos solo pudo esconder su cara en sus manos mientras Mark y Fernando lo mantenían sentando en el sillón. No podían hacerle eso a su Maxie. La impotencia en el español lo tenía llorando sin poder ayudar a su chico.

Jos tenía a Victoria abrazada, Mika a Gina y Corinna a Mick. David y Ralf se aseguraban de que Daniel no saltara del sillón y se llevara a Max a Australia, aunque se debatían si dejarlo hacerlo en estos momentos.

El ambiente tenso se rompe bruscamente cuando Sophie toma acción.

—Esto se acabó. —exclama la belga con frialdad, mientras agarra el brazo de Max y comienza a llevárselo hacia la puerta

Max, aún sumido en un espiral de pensamientos se queda paralizado, mira hacia atrás con una mezcla de desesperación y miedo mientras reacciona y trata de soltarse. A todos les toma segundos reaccionar.

—¡Papá! —el grito de desesperación activa el caos en la sala

Michael toma la mano de Sophie, Daniel logra levantarse, los niños están gritando y Jos ha corrido hasta la escena.

—¡Suéltalo! —la belga se está enfrentando al alemán

—Sigue creyéndote que lo haré. —Michael lucha por quitar el agarre de la mujer del brazo de su hijo

Max, con lágrimas en los ojos, tira de su brazo, luchando por liberarse, mirando a su alrededor con desesperación. Carlos ha logrado librarse de Mark y Fernando, quienes seguían estupefactos, y alcanzó a correr hasta su novio.

—Al auto. —susurra Daniel en el oído del pequeño español mientras el caos sigue presente

—¡Por favor, piensa en Max! —le ruega Jos a su esposa, su voz temblando con una mezcla de angustia y súplica por perder a su hijo

Daniel obtiene las llaves de las manos de Jules. Corinna y Mika dejan que los niños se escabullan por la terraza junto a Sebastian y Kimi. Solo queda liberar a Max.

—¡Debiste pensar en esto cuando fuiste a revolcarte con Schumacher! —acusa la belga a su esposo con resentimiento

Aprovechando la distracción, Michael logra quitar el agarre de la mujer dejando a su niño libre.

—¡Dan sácalo de aquí! —pide y el australiano no duda en llevárselo corriendo

—¡No! —Sophie es detenida por Michael para que no los alcancé

Daniel le lanza las llaves a Kimi mientras se sube con los niños en la parte de atrás dejando el de copiloto para Sebastian. Max está mirando un punto fijo mientras mantiene su cabeza en el hombro de Carlos. Daniel consuela a Victoria, Mick y Gina.

Nadie había prevenido que así terminarían las cosas. 

Grid 2011Donde viven las historias. Descúbrelo ahora