55|The End

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Antes de abrir regalos, primero se hacía una cena en la casa. Así que, Niki y James tuvieron que poner varias mesas y sillas afuera para 35 personas. También se habían encargado de mover el árbol navideño y los regalos afuera.

—Ahora sí, ¿Cómo terminaron? —le pregunta Lewis a Pierre y Max, el británico ha tenido la duda desde que Max ganó su campeonato

Max se ríe y Pierre se tapa la cara con las manos.

—¿Por qué tenemos que hablar de eso? —se queja el francés, intentando esconder su vergüenza.

—Es una verdadera historia. —Max regula su risa— Va de la mano con lo de Esteban. Es hilarante.

—Para ti. —Pierre suspira, resignado, mientras Max continúa, claramente disfrutando del momento

—Como sea, entonces Pierre y yo éramos novios. No me enorgullezco de eso. —dice Max y rápidamente siente la mirada fulminante de Pierre— ¿Qué? Es la verdad.

—Sigue hablando, Schumacher, sigue hablando. —murmura Pierre

Los demás permanecen callados sin querer interrumpir el chisme.

—Pues, compré unas flores con una tarjeta, en esos tiempos todavía me robaba el helado de Kimi y no la tarjeta de mi papá. Era lo típico. Pero, dejé las flores en el lugar equivocado. Nadie sabía que Pierre y yo estábamos saliendo, así que no había manera de que alguien sospechara. Resulta que dejé las flores en el lugar de Esteban. —continúa Max, tratando de contener la risa— Y, por supuesto, él pensó que eran para él. Fue todo un lío. Esteban se pasó semanas agradeciéndome por "el lindo gesto," y yo estaba completamente confundido porque no entendía qué estaba pasando.

—Tiempos en los que podía dejar mi tarjeta en la mesa sin que me la robaran. —murmura Michael

—Como sea, luego Pierre hizo lo mismo. Esteban siempre estuvo entre nosotros, irónicamente. Creo que el regalo de Pierre era algo de chocolates. Lo dejó en el lugar equivocado, y Esteban, una vez más, pensó que era para él. —el francés niega mientras el neerlandés se ríe— Y aunque apreciaba mi gesto, a Esteban si le gustaba Pierre. Así que todo ese tiempo Esteban pensaba que los dos estábamos detrás de él.

—El problema fue que los chocolates llevaban un te quiero y decía: para mi novio. —Pierre se digna a hablar— Entonces de cierta manera él pensó que yo estaba saliendo con él mientras yo salía con Max.

—Infiel. —el neerlandés lo apunta con su tenedor

—Pero no era mi culpa que Esteban interpretara mal las cosas. —se defiende Pierre— Alguien debió de ayudarnos a distinguir los lugares porque Esteban me envió un regalo también y le llegó fue a Max. También haciendo referencia a: novio. Lo que llevó a un lio pues Esteban salía conmigo, yo con Max y Max pensó que el regalo era mío y en verdad era de Esteban, así que técnicamente fue novio de Esteban.

—¡Falso! ¡Un francés ya es mucho para mí! —se defiende Max— Eso sería todo, al final, terminamos los tres. Fue un caos, por eso ahora entrego los regalos personalmente.

—Entonces los tres salían entre sí. —resume Jenson riéndose

—Sí. Luego Pierre perdió el gusto por las personas al salir con Charles, aunque lo entiendo, soy irremplazable. —exclama Max satisfecho y Pierre lo mira mal

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