8|Back home

422 61 3
                                    

Los iba a matar. Luego los reviviría y los volvería a matar a los ocho. 

Esos eran los pensamientos de Michael cuando perdió su vuelo a Suiza porque sus Grid Kids no aparecieron en la mañana. Llamó a Jos para saber si tenía noticias de Max y él le dijo que no tenían planeado regresar anoche.  

Se las iban a pagar. A las 10 de la mañana entró en los motorhome de cada uno, arregló las maletas y esperó que aparecieran. Pocos minutos después la puerta fue abierta por Sebastian que asomó la cabeza lentamente. 

—Hola —saludó tímidamente y Michael le sonrió con falsedad

 —Tomen sus maletas, todas están ahí, todos los motorhome debían salir del circuito, así que recogí sus cosas. Después suban al auto y espérenme ahí. 

El alemán mayor abre completamente la puerta viendo como los ocho sonreían inocentemente, los ignoró y subió sus maletas en la minivan. Los Grid Kids se movieron a buscar sus maletas para que Michael no se enojara más. Vieron como él tomaba su mochila y se alejaba. 

—Estamos en grandes problemas —susurró Jenson

—Como detesto las consecuencias de mis actos —exclamó Fernando— Si Michael maneja ¿quien va de copiloto? 

Las miradas aterradas aparecieron y entre todos se empujaron para subirse al auto, cuando siete estuvieron acomodados atrás, Jenson quedó afuera. 

—Los odio a todos —habló el británico

—¿Y a nosotros qué? —se ríe Felipe y su novio lo miró mal para subirse de copiloto 

Esperan a Michael hablando y se callan cuando el alemán aparece. El viaje al aeropuerto es lo mas callado que han estado durante los últimos meses. 

—Los asientos están repartidos por todo el avión, uno de ustedes tendrá un asiento al lado mío. 2A y 2B, dejaré que elijan quien será —el alemán deja ocho boletos de avión en manos de Mark para ir a comprar algo de comer 

—¿A la suerte? —pregunta el australiano y todos asienten 

Mark revuelve los boletos y todos tratan de no ir a pedir que les cambien el vuelo para evitar esto. Agarran los boletos que están boca abajo y contienen la respiración, siete respiran cuando ven su asiento y Mark está en problemas. 

—No, no, no —niega y se tapa la cara con las manos—. Fonz, no me dejes ahí...

Nano eleva sus brazos y niega.

—Es tu destino, amor. 

Mientras Mark iba junto a Michael, Sebastian y Nico iban juntos en la fila 3 de asientos y Lewis y Fernando en la fila 4. Mas atrás, en la fila 6, iban Max, Felipe y Jenson. Mark era el que menos quería subir al avión, ya que pasar mas de 20 horas con un Michael Schumacher enojado al lado no era un viaje lindo. 

Pero como el tiempo no espera a nadie, la hora de abordar llegó. Mark negó y se fue hasta su asiento, lo mismo con los demás, hubiera sido un viaje bastante tranquilo si no hubieran dejado a los tres demonios de Tasmania en la fila 6 juntos y a los competitivos de Hamilton y Alonso en asientos conjuntos. 

—Quiero la ventana —pide Max y se tira en su asiento apagando su celular 

Jenson y Felipe se acomodan en los otros dos asientos. No pasa mucho para que los tres se queden dormidos, eso porque se acostaron tarde después de las "desapariciones" y se levantaron temprano para disfrutar un poco mas del lugar. 

Duermen cerca de 5 horas, mientras tanto dos filas mas adelante están Alonso y Hamilton jugando UNO. 

—¡No puedes hacer eso! —se queja Lewis en gritos susurrados 

—Ya lo hice, además yo pongo las reglas —se excusa el asturiano— Yo gano. 

—Por tramposo. 

Fernando le saca la lengua. Lewis lo mira mal y se cruza de brazos enojado.

Volviendo a los demonios de Tasmania de la fila 6, quienes se despertaron. Felipe y Jenson tenían hambre, y no de comida, así que "disimuladamente" Jenson fue al baño y Felipe espero unos minutos para seguirlo. 

Max los vio irse con una sonrisa pícara, hasta que notó la mirada desaprobatoria que tenía una señora de la columna de asientos de al lado, entonces Max retiró la mirada y miro el asiento de adelante como si fuera la cosa mas interesante de su vida. Max aprovechó que le trajeron comida para entretenerse, los otros dos estuvieron desaparecidos por al menos media hora y Max debía ir a buscarlos para que no levantaran sospechas. 

Fue hasta el baño y tocó la puerta.

—¿Demoran o porque round van? —preguntó y la puerta se abrió ligeramente dejando ver la cabeza de Jenson

—Hazme un favor Maxie, tráeme la mochila que esta en mi asiento —pide el británico y Max se encoje de hombros y va a buscar lo que le pidieron

Ignora la mirada de la señora y regresa al baño entregándole la mochila a Jenson. Vuelve a su puesto y minutos después aparecen los otros dos con miradas nerviosas. 

—¿Que hicieron? —les pregunta Verstappen

No responden y se ponen a comer. Max los ignora y ve como la señora juzgona va para el baño y al rato se escucha algo así como algo rompiéndose. 

—Bueno, la culpa ya no es nuestra —susurra Jenson y Max los mira acusatoriamente 

—¿Que estupidez hicieron? 

—Rompimos algo, lo "arreglamos" y estamos dejando que alguien mas piense que la culpa fue suya —respondió Felipe en un susurro

Max negó y se terminó riendo. Michael presintió que algo iba mal, pero nada podía hacer desde las primeras filas. 

—Son un caos. 

Grid 2011Donde viven las historias. Descúbrelo ahora