33|Talk to dad

342 53 63
                                    

════ ⋆★Grid 2011★⋆ ════

Michael no le hablaba a Max y miraba mal a Carlos cada que se lo encontraba en la casa. No era un ambiente bonito, así que su hijo mayor se hartó y fue a hablar con él. 

—Tío —Max toca la puerta de la habitación del alemán

Mika se la abre y lo deja pasar saliendo él para evitar meterse en la pelea. Cuando Max entra, el heptacampeón no lo mira por estar pendiente a la pantalla de su celular.

—¿Necesitas algo, Max? —pregunta sin alzar la mirada

—Habla conmigo —ordena el rubio menor

—Eso estamos haciendo.

—No, estas siendo cortante e insoportable. No soy un niño pequeño, papá. —declara Max 

—Oh perdón por evitar a mi hijo que me desobedece cada que puede y se enamora de alguien que potencialmente algún día le romperá el corazón. —responde Michael con una sonrisa sarcástica 

—No uses ese tono conmigo —se queja Max 

—Max, ve a ver a Carlos, esperaré aquí cuando entiendas que no durará. Yo siempre estoy ahí cuando no me escuchas. 

Max lo mira incrédulo. 

—Si, estas ahí porque nunca esperas que te haga caso, eso jamás te ha molestado. Lo mío con Carlos no tiene porque ser así, ¿Por qué crees que lo será? 

—Tengo buenas razones. Como la edad que tienen, que ambos quieren llegar a la Formula 1 y conseguir victorias y campeonatos. Esa es una ecuación para el desastre y no quiero verte sufrir por eso, Maxie. Mein Kind, no soy ciego, por mucho que creas que puedes engañarme cada que quieres.

Por un momento Max se pregunta si sabe que le sacó mas de mil dólares de la tarjeta para comprarle un auto, pero estaba seguro que habría armado un escandalo así que no profundiza en eso. 

—No te engaño —Max contiene una sonrisa logrando que Michael se ría por primera vez en los últimos tres días

—Me ocultaste que tenías un novio y te vi mal durante días sin saber que te había pasado. Haces parecer que lo de George no te afectó, pero un primer amor siempre afecta. La primera vez que lo viste llegar con Albon a una carrera de karting, creo que fue en Italia el año pasado, te desconcentraste de un momento a otro, ¿recuerdas como terminó tu carrera ese día?

—Creo que me salí de pista.

—Exacto, luego te vi enojado porque te afectó mas de lo que quisiste. Estuviste enojado todo el viaje de regreso y ahora puedes asegurarme de que no fue solo por salirte de pista, Mein Kind. En el automovilismo la desconcentración y mínimos errores cuestan mucho. ¿Cómo crees que será si tú y Carlos terminan compitiendo el uno contra el otro? ¿O si llegan a ser compañeros de equipo?

—¿Y si no logramos llegar a la Formula 1?

—Lo harán, estoy seguro de eso. Pero en el hipotético caso de que alguno no lo logre, ¿sabes el rencor que se puede tener por un persona que consiguió lo que más anhelabas?

—¿Y si no nos pasa eso?

—Mucha suerte.

—Lo quiero, papá, lo hago de verdad.

—Al final del día es tu decisión. Pero si algún día llegas aquí con el corazón roto, él no la va a contar. 

Max se ríe por la seriedad con la que Michael dijo eso.

Grid 2011Donde viven las historias. Descúbrelo ahora