Epílogo

3.7K 506 61
                                    

"Bienvenido de nuevo al infierno, Luzbel. Ejerce de nuevo tu poder conferido por mí, ya que no hay nadie mejor para el puesto que tú, hijo mío."

Una voz grave, fuerte y estrepitosa parecía retumbar en su cabeza. Ni siquiera había abierto los ojos cuando una fuerte luz lo cegó, ¿Eso es posible? Se preguntaba, solo puede ver una luz bajar, descender de la oscuridad como una señal del cielo - que quizás sí sea -; sus ojos enfocaron a una entidad jamás vista.

Tenía un cabello largo, ondulado y sedoso... Sus ojos de un lindo color ámbar que asemeja al oro, una piel blanca casi parecía a la porcelana. ¿Quién es este hermoso ser? Se cuestionó, sus piernas se movieron solas y cuando se dió cuenta ya estaba frente a esa hermosa entidad. Un rostro tan hermoso, una sonrisa cálida y un par de ojos, esos ojos dorados. Unas bellas alas blancas lo cubrían a la vez que sus brazos lo arrullaban.

Podía sentir un par de susurros en su oído, pero no podía comprender. Aún así, sintió la calidez y amor que de alguna forma le faltó, se sentía en paz; tranquilo, reconfortado. No sabe si es ilusión suya, un sueño o ¿quién sabe? La mente no trabaja bien después de estar dormido por tanto tiempo.

Bienvenido a casa, Luzbel... Hijo mío.

Sus palabras incluso fueron suaves, dejaron de lado ese tono grave, autoritario; la misma voz que antes imponía orden y respeto... Ahora solo parecen darle caricias en el alma.

Quizás esto de verdad sea un sueño...

...

Sus ojos comenzaron a abrirse, encontrando un techo de color blanco; parecido al hueso. Había varios patos ahí, al parecer nadando en el aire con a su parecer son sus parejas ya que todos, excepto uno, estaban juntos.

¿Qué demonios pasó?

Hizo una mueca cuando sintió una punzada en el pecho.

Sus ojos se movieron de lado a lado, encontrando una mata rubia a su lado. Ella sostenía su mano mientras que sus ojos parecían hinchados de tanto llorar, estaba dormida. Su linda bebé patito. Sus manos delinearon su rostro, ella se ve más grande que antes; ella sin duda alguna es su bebé patito.

— ¿Charlie? — susurró bajito.

Al ver que ella no despertaba, suspiró con una sonrisa.

¿Será que se durmió en mi habitación?

Lucifer miró a su alrededor, encontrándose con una figura en el sillón junto a sus patitos familiares. Y como siempre, tal como él lo recuerda. Está Charlotte y él, la familia real del infierno. Sus ojos se movieron de nuevo por la habitación, terminó encontrándose con un par de ojos conocidos en la puerta, viendo en su dirección con una ceja alzada y una sonrisa molesta.

— Veo que despertó, su majestad.

Lucifer se estremeció al escuchar su tono de voz tan desdeñoso hacia su persona.

¿Y a él que le pasa?

Bufó, volviendo a ver a su bebé.

— Por supuesto, ¿Por qué no debería?

Lucifer y Alastor tuvieron un enfrentamiento de miradas.

— ¿Papá? — La voz de su hija llamó la atención del soberano.

— ¿Sí?

Lucifer se giró para verla, recibiendo un abrazo fuerte que casi lo dejó sin aire. Lucifer miró a Alastor en el momento exacto en que una sutil sonrisa surcó sus labios.

¿Pero qué ven mis ojos infernales?

Sonrió con picardía.

— ¿Quieres un abrazo también, pequeño bambi?

Alastor se sobresaltó cuando el rey le ofreció un gesto tan... Fue incómodo para él, así que tuvo que negarse con educación.

— Me temo que debo decir que no. — declinó.

Lucifer sonrió mientras fruncía el ceño, aún abrazando a su hija que lloraba sobre su pecho.

— Es una orden.

Y con una sonrisa jaló al ciervo, Charlie no dudó por un segundo y abrazó a su gerente con fuerza...

... Dejó a su papá muy cerca del alfa ciervo que se veía muy incómodo con tanto contacto, pero él no se quejó.

¿Te haces el difícil?

Soltó una risita, abrazando a su hija mientras atraía al rostro de Alastor.

Serás mío, venado.

Pudo ver la cara de desconcierto del alfa, pudo ver la sonrisa cómplice que su hija le daba. Ella lo sabe, ella lo recuerda.

Y él también lo hace.

Hoy el show será solo para el ciervo.

Recordando la voz de su padre: "La hora de caza empezó, la carne de venado es dulce acompañada con un vino tinto."

Y eso que su padre ni siquiera come.

Nota de la autora:

Es tiempo para hablar de la precuela. *Suspira*

Tiene 10 partes, completa.

Prólogo + 8 capítulos + Epílogo.

Nos vemos, lo subiré pasado mañana.

Un Omega en Manhattan [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora