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Alastor veía como dormía su jefe, amo y señor.

"Lucifer se durmió apenas se elevó el avión." Miró a la niña que dormía en sus brazos.

Miró al padre y luego a la hija, sintiendo algo que no sabe nombrar. Se sentía extrañamente conmovido con la buena relación de padre e hija que tienen en este plano, Lucifer demuestra que su pequeña hija es todo en su vida. Nunca le ha mostrado lo contrario, siempre sonriendo. Y sería un asco de pecador si no pudiera descifrar lo que esconde detrás de esa sonrisa, siempre que sale a encontrar a la pequeña princesa al jardín; siempre deja una de sus sombras para cuidar al mimado omega. Y lo que vio días atrás le dejó un mal sabor de boca, no estaba planeado hacer algo por él. Pero investigo con los lugareños (no va a decir que los escuchó), que cuando un omega está bajo mucho estrés o sus emociones se desbordan es bueno hacer un nido con la ropa de quiénes considera cercanos.

Quizás por eso dejó una prenda llena con su aroma en el armario de su habitación.

Mientras no estuvo el resto de la madrugada - luego de que el rubio se durmiera -, fue a la ciudad a entretenerse un rato y a conseguir carne para preparar el desayuno. Comida que no le gusta a la pequeña, ella es la única que no deja que coma de su jambalaya. Fue informado del estado emocional del normalmente felíz omega, quizás sea por eso que está siendo bastante permisivo con los coqueteos del lindo rubio. ¿Para hacerlo sentir bien?

"Sea lo que sea, se está volviendo peligroso." suspiró cuando la princesa se acomodó en sus brazos.

Alastor volvió a ver a Lucifer, abrazando su brazo mientras comienza a babear entre sueños. El castaño sonrió, viendo como el normalmente perfecto; excéntrico y orgulloso omega se ve tan desaliñado solo por no haber dormido por varias horas al amanecer. Ambos, omega y cachorra dejaron salir sus aromas, mezclando los tres aromas de los que están ahí. Almizcle, sándalo y el característico aroma dulzón de un omega; manzanas y rosas.

Mirá a esa familia, el alfa es afortunado por tener a un omega como él. ¡Es bellísimo!

Alastor comenzó a escuchar murmullos de varias partes del avión, y aunque en esa área no habían muchas personas, él aún es capaz de oírlos.

— ¡Mira a su cachorra! Es igual a su padre omega. ¡Es una lindura!

Alastor miró a la rubia y luego al rubio, en efecto los dos son lindos.

Las comisuras de sus labios se alzaron en un elegante gesto sonriente, algo a sus adentros se regodeaba por oír esas palabras de completos extraños. ¿Por qué exactamente? Mmm, ¿Quién sabe?

Inhaló el aroma armonioso de los tres, sintiéndose relajado.

"Es extraño... Nunca me sentí tan cercano con Charlie como ahora." La acomodó cuando ella se fue de lado, es posible que su cuello duela cuando despierte.

— ¿Qué más da? — sonrió, Lucifer se frotó contra su hombro — Es extraña tanta paz.

Miró alrededor como podía, notando que solo había cinco grupos de personas alrededor de ellos y el resto de asientos cercanos a ellos estaban vacíos.

¿No sé supone que son de primera clase? Mmm, mejor no indagar demasiado.

Es mejor de esa forma, odiaría estar en un espacio reducido con muchas personas.

🍎 • • • 🍎


— Aaahh...

Lucifer ahogó un bostezo mientras se estiraba.

Un Omega en Manhattan [RadioApple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora