Black Dawn [+21]

CAP. 14 Mi seguridad.

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|CAPÍTULO 14|

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...Mi seguridad...

AVERY BLACK.

Luego de que Vaughan abandone la habitación continúo con mis trabajos, le mando un correo a mi profesor sobre mis proyectos y me pidió un boceto de lo que quiero hacer, y como aquí en N.V. no tengo mis materiales debo de salir a comprarlos.

Etinne me lleva a hacer mis compras en compañía de Jhon, a quien tuvimos que traer luego del pequeño encuentro con los gorilas...había algo en el ambiente cuando fui a verlos, especialmente en Vaughan, estaba distante e indiferente, o bueno, así lo había notado.

Pero la verdad no pude darle mucha importancia porque me puse a hacer mi boceto, primero comencé con garabatos sin sentido alguno espero que así termine en algo interesante pero no paso nada. Agarré el lienzo y lo destruí con demasiada rabia que lastimé mi mano en el proceso. Un pequeño rasguño con la madera de este.

—¿Qué te sucedió en la mano? —su voz suena detrás de mis espalda, haciendo que me sobresalte del susto.

Llevo una de mis manos en a mi pecho y me giro para mirarlo, está recostado en la pared con sus brazos cruzado sobre su pecho y sus ojos oscuros clavados en mi.

—Te he hecho una pregunta—dice cauteloso—, y tienes que responder.

Como puedo hago que mi corazón alocado se tranquilice, carraspeo y una sonrisa se forma en mis labios, y lo único que digo es:

—¿En qué momento llegaste?, no te oí.

Se endereza y camina hacia mi, sin quitar sus feroces ojos de los míos.

—No me oíste porque estabas concentrada destruyendo tu lienzo, ¿Qué había de mal en él?—la curiosidad aborda su mirada y se detiene a una distancia aceptable de mí.

—Pues no es algo que pueda decir que estaba orgullosa de haberlo hecho. Era extremadamente horrible, con decirte que ni entendí que fue lo que hice creo que ya te he dicho todo-digo pasando mi mano no lastimada por mi cabezo, en señal de frustración.

—Entiendo.

Lo miro unos momentos.

—¿Qué haces aquí?—pregunto—, creí que nos veríamos en el rodaje de prensa.

—Tengo que ducharme y cambiarme de ropa—se encoge de hombros y asiento. Intento volver a mi lugar donde estaba trabajando en mi obra pero me detiene tomándome del brazo donde mi mano aún sigue sangrando—Debemos de curarte la herida.

—Cuando me duche lo haré, no te preocupes—digo, intentando quitar de su mano porque su toque me quema, es como si una llama ardiente fluyera por su tacto.

—No, lo haremos ahora.

Abro mi boca para negarme pero antes de que pueda estimular algo, su boca cubre la mía con tal brusquedad que mi cuerpo tienta en caerse para atrás pero me toma por la cintura pegando nuestros cuerpos.

Aspiro su aroma mientras extiendo mis brazos a su cuello enredándolos y jalándolo más hacia abajo para quedar a una estatura que ambos podamos estar cómodos. Es demasiado alto para mí o yo soy demasiada bajita para él...pero en realidad no me importa, solo quiero saborear esta apetecible boca que no pude tener suficiente anoche.