CAP. 20 La pelinegra

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|CAPITULO 20|

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...La pelinegra...

VAUGHAN HORTMANN.

Observo a Reign, su tranquilidad me está empezando a inquietar. Verle con mi hermana pequeña me incomoda. Ella está siendo muy atenta y perfecta, como mi madre le había enseñado, pero hay algo que no me gusta que me está inquietando.

Aún no termino de confiar en él. Es traicionero. Un mal movimiento y sabe que le volare la cabeza sin importar que este casado con mi hermana.

Se de su alianza con Él Arvid, se el trato que hay con ellos, y que es su perrito fiel.

Le estoy entregando a mi hermana al enemigo, pero su seguridad es primero, como lo vengo diciendo desde un principio. Lo único que importa es que ella esté bien y a salvó de la guerra que vendrá.

—Russo—Reign se dirige a mi amigo, quien frunce el ceño en su dirección—, oí que dejaste el puesto de Messegero, me supongo que estás libre, así que te ofrezco un puesto a mi lado.

La sonrisa maliciosa de Reign es única. Es un maldito bastardo.

—Te sugeriría que no hagas eso—increpa bruscamente mi rubio amigo. Me reclino en el asiento y observo con diversión la conversación—, la información te ha llegado mal por lo visto. Jamás he dejado mi puesto en la hermandad o no estaría aquí ¿No crees?

—Esta mañana el mismo Hortmann lo confirmó.

—Antes de ofrecerle el puesto a alguien debes de conocerlo, saber sus movimientos, estudiarlos, saber cómo juega, como busca o da información, tienes que aprender a comunicarte con esa persona, en nuestro caso es así. La hermandad no sería la misma sin mí, no estarías aquí sin mí, nadie estaría aquí sin mí.

—¿Crees que no eres irrelevante? ¿Tanto te sobreestimas?.

—No me creo, soy. —responde Russo con orgullo—. Soy demasiado para una persona como usted, Hortmann se acopla a mi como yo a él. Trabajar conmigo, no te será fácil.

—Me agradas—sonríe Reign—Lastima señor Russo, nos abríamos llevado bien.

—¿Te crees muy inteligente queriendo robar a mi Messegero en frente de mi? —pregunto.

Reign se ríe.

—Claro que sí. Tener a un Russo en tu hermandad es un honor, tanto como la hija de Black. Eres muy afortunado, Hortmann.

—Gracias—es lo único que digo.

—Avery Black no es parte de la hermandad—responde Dixon—, ni tampoco jamás lo será. El Szef así lo quiso y debemos de mantener nuestra palabra. Stephan Black tanto como Rune Black cuidan de ella con sus vidas escondiéndola de los peligros que corre siendo hija de ellos.

Reign lo mira con intriga.

—¿Cómo así?. Esa chica lleva la muerte por las venas. Debió de haber aprendido a manejar un arma antes de caminar o hablar. Ser la hija de ese animal debe de ser un honor. Nombrarlo causa escalofríos.

—Ella es una princesa—dice Cole—, si sabe pelear, sabe manejar un arma pero no sabe nada sobre nosotros. No sabe que matamos y que somos la organización criminal más temida.

—¿Y qué pasará cuando lo descubra? —pregunta Beth con curiosidad. Me quedo mirándola porque esta es la primera vez que alguien ha preguntado esto. Es verdad, nadie lo sabe. Nadie sabe que es lo que pasará

Black Dawn [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora