Black Dawn [+21]

CAP. 24 Red Velvet 1/2

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|CAPÍTULO 24|

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...Red velvet parte 1...

AVERY BLACK

Lo observo mientras se viste, su manera de mover sus brazos y que sus músculos se tensan hace que suspire. ¿Por qué es tan hermoso y sexy?.

—¿Te gusta lo que vez?—sonríe arrogante.

—No—miento.

Rueda sus ojos ante mi mentira. Me incorporo acomodando mi sostén y lo escucho gruñí. Decido ignorarlo, y bajo con cuidado de la mesa.

Busco por todos lados mi ropa interior, él se da cuenta y agarra mi tanga y mi media panty negra. Sonríe malicioso y quita mi tanga guardandola en su bolsillo, me tira la media y le saco el dedo medio.

—Idiota.

Se ríe.

—Están mojas, me pertenecen a mi—se encoge de hombros.

Me coloco mi media panty y subo la cremallera de mi vestido bajandolo. Me inclino y coloco un pie dentro de la bota, una mano se posiciona en mi trasero y lo aprieta.

—Suel.tame—digo entre dientes. —, has tenido suficiente.

—Te equivocas—se inclina hacia que sienta toda su virilidad en mi espalda y su polla dura en mi culo. —, nunca tendré suficiente de ti.

—¿Quieres matarme acaso?—cuestioné subiendo la cremallera de mi bota. —. Además, has corrido a Issy y a Beth. Yo estaba con ellas antes de que te atrevas a tomarme de esta manera.

Se aleja y me da una nalgada.

—Mi hermana volverá—suspira—, ella es así. No le des importancia.

¿Su hermana?.

Casi me ahogo con mi saliva. Es su jodida hermana. ¿O sea que anoche me sentí mal por qué estaba con su hermana?.

—Ahora, lo sabes, dulce nena. Ella es mi hermana pequeña—se burla.

Resoplo. 

El idiota no hace mas que burlarse de mi desde que nos hemos conocido. Quisiera golpearlo en las bolas y ver quien ríe después. Decido que es mejor no aportar algo a su estupidez, y subo la cremallera de la otra bota, luego me reincorporo. 

—Espero que este tipo de locuras no las cometas seguido, porque habrán serias consecuencias. Mis amigos son odiosos y ni hablar de papá Dixon—indago, girando hacia él. Su rostro está totalmente serio y contraído—Te pedí discreción, y espero que la respetes si quieres que sigamos con esto. 

—Tu no me dices las condiciones, yo soy quien las dá. 

—Lastima, Bestia—me acerque a él—, esa es mi condición. Tomalo o dejalo. 

No dice nada, se acerca y extiende su mano hacia mi cabello, y empieza a alizar mi cabello. Lo observo algo atónita por sus extraño atrevimiento, ¿Quién lo creería?, luego de que me haya follado tan brutalmente ahora está acomodando mi cabello. 

—Puedo sola—murmuro. 

Él se congela en el acto y retrocede brutalmente, carraspeando y frunciendo su ceño. 

—Es hora de irnos. Tienes que alimentarte y en este lugar no será—resopla, acto seguido ya esta saliendo por la puerta. 

Me quedo quieta en mi lugar, observandolo salir como si no hubiera pasado nada. Paso mi mano por mi rostro con frustración y trato de cuestionar mis actos, pero ni siquiera puedo hacerlo, porque verdaderamente me gusto que no se haya quedado con mi rechazo, sino que insistió en que debía de ser suya. Sumándole que la pelinegra es su hermana.