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Alguien abrió la puerta, despertando a la chica y alarmando levemente al Alfa.

-¿Han terminado la comida? -preguntó una voz masculina que fue reconocida de inmediato por el chico que cargaba al bebé.

-¿Roy? Tío has vuelto por fin...

Entonces bajó las escaleras y se apoyó en las rejas.

-Tenía que conocer a la hembra de mi mejor amigo, ¿no?

E hizo que las llaves de aquel lugar sonasen entre sus manos, para dar a entender que iba a soltarle de aquellas cadenas, a pesar de que a él no le molestaban.

-Tío, ¿eso es un bebé? -preguntó Roy, al ver a su amigo sujetando a una pequeña criatura que alargaba los brazos.

-Sí... Pero no, no es mío -confirmó él.

-Ya veo... Por un momento pensé que había sido tu primera época de celo disfrutada. Aún así, quiero conocerla.

-En el sitio más oscuro -afirmó tras verla, sonriente, en aquella esquina, con los pies en la pared y la cabeza en el suelo-. Por cierto, Makayla, creo que me merezco ya mi comida.

Y entonces Roy soltó un par de carcajadas. La vio, allí, tan inocente, que le costó creerse que le había mantenido sin comer. Entonces vio sus ojos relucir en la oscuridad y un escalofrío recorrió su espalda.

-¿Te estás dejando, verdad? -habló fingiendo una risa- No me puedo creer que hayas comido solo medio filete- Comentó alucinado, mirando al plato.

-Amigo, eso se lo ha comido ella. Y no, no me estoy dejando.

Los dos observaron a la chica, que se puso de camino a ellos.

-¿Sigues teniendo hambre, señor Alfa? -hizo la burla ella.

Vio como Roy abrió los ojos de golpe y se dispuso a parar a su amigo, colocando un brazo en su hombro. Se asombro por como este miraba embobado a la chica.

-No te haces ni idea de cuanto me pones cuando me llamas señor Alfa -confesó él, embobado.

Ella se limitó a ignorarlo. Agarró el plato de comida y se lo acercó.

-¿Me das un trocito? Por favor -pidió ella, antes de dejar el plato en el suelo.

Se miraron.

-¡Ew! -exclamó Roy de inmediato, cuando su amigo acercó su cara a la de la chica. Y entonces se acordó que no era bueno tener a esa chica allí.

-Yo también necesito comer, Makayla, o no podré protegerte, necesito fuerzas.

Ella parpadeó un par de veces. Y él se rindió. La chica sonrió y guiñó un ojo. Partió un trozo de filete y se lo llevó a la boca, dejando el resto para el chico que la miraba. Agarró al bebé para que él pudiese comer y por primera vez en toda la noche miró a aquel chico recién llegado. Abrió los ojos de golpe, si se iba de la lengua, aquel chico acabaría con el plan.

-Roy, no mires tanto a mi chica, me dan ganas de arrancarte la cabeza.

-Es ella la que te va a arrancar a ti todo -comenzó su amigo-. Venía a hablarte de un par de cosas. He perdido la manada -explicó el chico, mirando fijamente a Makayla-. Una loba negra nos engañó a todos. Alguien debió echarla de su manada en vez de cargársela.

La chica sonrió falsamente y una chispa cruzó su mirada.

-Eres tan guapo. ¿Te llamabas Roy? Eres realmente intere...

She wolf [SHE 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora