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Ian

Vi llegar a papá y a mamá. Conseguí leer los labios de papá. Me estaba pidiendo que me tumbase, y así lo hice.

De un momento a otro, dejé de respirar. El aire ya no entraba en mi cuerpo y comencé a agobiarme. Desde que había despertado, el sonido no llegaba a mis oídos y lo único que podía hacer era gritar. Nada coherente aparecía en mi cabeza.

Abrí los ojos tanto como pude. Intenté tomar aire por la boca, pero tampoco funcionó. Vi como mamá movía los labios. Parecía estar hablándome a mi, pero yo no la escuchaba. Luego, miró a Noah. Él tenía lágrimas en los ojos.

Notaba como se me congestionaba la cara y se ponía roja. Todo a mi alrededor comenzó a ponerse borroso. Vi de reojo como Noah arrastraba hasta la puerta a Makayla y acariciaba su cara mientras la sacaba de la habitación. Luego vino a mi lado y me tomó entre sus brazos. La puerta volvió a abrirse y Jack, el amigo de mamá, traía una mascarilla conectada a una bombona de oxigeno. Me la puso en seguida y poco a poco sentí como podía volver a respirar. Aún seguía en los brazos de papá, este me miraba a los ojos y parecía susurrarme cosas, aunque yo ni siquiera era capaz de oír los gritos.

-Pa... pá

Mi voz raspó mi garganta, aunque no fui capaz de oírme. 

Noah 

Los gritos de Makayla se oían desde fuera. Había tenido que sacarla de allí debido a que estaba empezando a ponerse histérica. Ella había empezado a respirar con dificultad y parecía haber dejado de pensar correctamente.

Cuando Ian me llamó, mientras estaba entre mis brazos, le miré y seguí susurrándole cosas. Él no reaccionaba ante mi voz y comenzaba a ponerme nervioso, no sabía qué le pasaba.

-Jack, deja que entre Makayla, Ian ya puede respirar.

El chico asintió y abrió la puerta. Ella entró hecha una fiera y se aferró a la camilla de In, mirándole con tristeza.

-Eres un imbécil -susurró Mak.

Y sabía que se refería a mí.

-Ibas a hacerle daño, estabas demasiado nerviosa.

Recostó su cabeza al lado de Ian y puso su mano en el pecho del pequeño. Yo apoyé mi mano sobre la suya y la acaricié levemente. Ella la retiró bruscamente. Me sentí vacío. Todo iba tan bien respecto a nosotros...

-Mak...

-¿Qué narices quieres ahora Noah? -preguntó ella elevando la voz.

Bajé la cabeza. Hablaría con ella luego, no podía hacer esto con Ian delante. Al pequeño se le veía mejor cara que cuando estábamos en pleno viaje.

Jack entró en aquella habitación.

-Chicos, creo que es hora de que os vayáis, es tarde y tiene que descansar.

Makayla le miró amenazadoramente, apretando su mandíbula y frunciendo el ceño. Al final se levantó y pasó rápidamente al lado de Jack, dándole un golpe en el hombro que hizo que este se desestabilizase un poco. Yo la seguí. Para cuando llegué a su habitación, ella estaba tumbada boca abajo en la cama. Su cabeza se hundía en la almohada. Me arrodillé en el suelo junto a la cama y acaricié su cabeza. Me di cuenta de que estaba llorando.

-Eh, preciosa, tranquila.

Tampoco sabía muy bien qué decirle a una chica que podía separar tu cabeza del cuerpo sin que a penas te diese tiempo a reaccionar.

No sabía qué hacer. Me quedé inmóvil, esperando sus palabras, las cuales salieron distorsionadas debido a la almohada.

-Soy una bestia. No se hacer nada. Ian tendrá miedo de mí, tu ya lo tienes. Todos me tienen miedo, incluso yo.

She wolf [SHE 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora