CANDELA
LLEVABAN TRES SEMANAS DE CONVIVENCIA CON LOS ACTORES Y CANDELA YA NO AGUANTABA NI UN SEGUNDO MÁS AL ESTÚPIDO DE FELIPE OTAÑO. El muy prepotente ahora, cada vez que se encontraban por los pasillos o estaban tanto los maquilladores como con los actores almorzando, tenía la odiosa manía de guiñarle un ojo y sonreírle en plan seductor para burlarse de ella, y Candela, que entraba al trapo con facilidad, siempre le soltaba algún insulto o palabra en voz baja para que solo él se enterara.
El cabrón tenía una facilidad inmensa para sacarla de sus casillas, aunque tenía que reconocer que ella no estaba haciendo nada por cambiar esa relación de ira y enfado que se traían el uno con el otro. Es más: Metía cizaña como ella sola.
Candela era consciente de que el chico no había hecho algo tan imperdonable como para que jamás pudiera haber pensado en la posibilidad de perdonarlo, pero como Felipe tampoco le pedía disculpas y se metía con ella a cada rato, ya la cosa se había vuelto personal entre los dos y el odio entre ellos se volvió crónico.
Para distraerse de ese enfado que tenía, Candela se refugiaba en su trabajo.
No grabarían hasta dentro de un mes y medio, pero para ella aquellas primeras semanas fueron más que suficiente para hacerse a la idea de los horarios, la forma en la que tenía que trabajar, los camerinos a los que podía acceder con paneles de luz y espejo para sus actores asignados y los materiales que tendría a su disposición.
Como quería causar buena impresión, consiguió que su jefa la dejara que hiciera algunas pruebas con los actores que estaban a su cargo antes de maquillarlos por primera vez durante esa semana en la que no hacían demasiado.
—Y quiero ensayar las prótesis de plástico de las heridas. Quiero asegurarme que no les hacen daño y quedan naturales—le explicó la pelirroja en el pasillo frotándose las manos de nerviosismo.
—Eso es trabajo que no te toca hacer, querida.
Ella infló el pecho orgullosamente.
—Quiero hacerlo igual.
Ana le sonrió al ver el empeño que le ponía.
—Si tus actores te dan permiso para usar sus horas de descanso, podes ensayar las prótesis.
—Gracias.
Afortunadamente, los chicos que tenía asignados bajo su cargo no tuvieron inconveniente alguno con su idea. La chica los fue llamando uno a uno al camerino y fue aplicando las prótesis con delicadeza sobre la piel de los actores, utilizando técnicas precisas para resaltar sus rasgos de las heridas y la sangre falsa. Para hacerlos sentir más cómodos, les explicaba con detalle el proceso a los chicos, mencionando términos técnicos como tono de piel, textura y difuminado mientras les explicaba cada paso como se la colocaría todos los días y que le dijeran si les picaba o les molestaba algo de lo que hacía.
ESTÁS LEYENDO
𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐍𝐆──𝙁𝙚𝙡𝙞𝙥𝙚 𝙊𝙩𝙖ñ𝙤
Fanfiction|𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐍𝐆| «𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐮𝐞 𝐦𝐢 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨. r𝐞𝐜𝐮é𝐬𝐭𝐚𝐭𝐞 𝐬𝐮𝐚𝐯𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐟𝐫í𝐚 𝐲 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚. 𝐍𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐣𝐞𝐭𝐚𝐫 𝐦𝐢 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨. 𝐌𝐞 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐚�...