PIPE
—DESPÉGATE DE LA TELE AL MENOS EN EL DESCANSO, PIPE. SE TE VA A QUEDAR LA CARA CUADRADA DE LO CERCA QUE ESTÁS—le dijo Blas riendo mientras los demás charlaban en la cama de Enzo o permanecían de pie o sentados en el suelo.
El joven Otaño negó con la cabeza sin despegar los ojos de la televisión. Demasiado le estaba costando sintonizar el partido del River contra el Boca en aquella televisión de España a miles de kilómetros de su país y de toda la emoción y euforia del partido.
—¡Vamos perdiendo 1-0 contra el Boca!—se llevó las manos al pelo angustiado aprovechando el descanso para quejarse—. ¡Me quiero morir, joder! ¡La concha de la lora!
Enzo lo mandó a callar terriblemente nervioso.
—Por favor, no griten si no quieren que nos pillen a todos acá.
Pipe aceptó ir a la fiesta en la habitación de Enzo con dos condiciones claras en mente. Primero, quería asegurarse de que podría ver el partido entre River y Boca, un evento que no quería perderse por nada del mundo.
No encontrarían a nadie más futbolero que él en el mundo.
Y lo segundo, necesitaba la confirmación de que Candela también estaría presente. Con esas condiciones firmemente establecidas, se comprometió a asistir a la reunión... Pero los
minutos pasaban y ella no aparecía.Para no parecer tan desesperado, decidió centrar su obsesión y sus esfuerzos en el partido. Ella aparecería. Estaba seguro.
Le dio igual la condición de tener que ir en pijama que Matías había impuesto.
Al llegar a la fiesta, se encontró con una atmósfera relajada y familiar. Se percató de que más que una fiesta al uso, era una quedada íntima en la que los actores más cercanos charlaban en la cama de Enzo, mientras que otros pocos estaban pendientes de la televisión, sintonizando el partido de fútbol.
Pipe, sin dudarlo, se unió al grupo que estaba viendo el partido, que eran básicamente Ramusio, Simón, Tomás y hasta Santi Vaca Narvaja. Se acomodó en el suelo con las piernas cruzadas, como un indio, y se sumergió por completo en el partido. Pero los demás se cansaron al poco tiempo de ver el partido, así que se quedó solo.
Estaba tan absorto en el juego que parecía estar en su propio mundo, admirando cada jugada y gritando de rabia cuando el Boca tenía la pelota en su poder. Volvieron del descanso y nada más empezar, a los dos minutos, ya se había ofuscado de nuevo.
—Ándate a la mierda, arbitro... ¡Eso es falta y el pelotudo no pita!
Alguien llamó a la puerta con los nudillos y Pipe desconectó de nuevo. Todas sus atenciones estaban en el River y en sus jugadores...
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𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐍𝐆──𝙁𝙚𝙡𝙞𝙥𝙚 𝙊𝙩𝙖ñ𝙤
Fanfiction|𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐍𝐆| «𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐮𝐞 𝐦𝐢 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨. r𝐞𝐜𝐮é𝐬𝐭𝐚𝐭𝐞 𝐬𝐮𝐚𝐯𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐟𝐫í𝐚 𝐲 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐚. 𝐍𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐣𝐞𝐭𝐚𝐫 𝐦𝐢 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨. 𝐌𝐞 𝐚𝐫𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐚�...