Todo Perdido

Capítulo 4

Ya era viernes y como cada día mamá me despertó. Después de unos cuantos minutos me levanté de la cama, acaricié a mi gato negro, Whisky, el cual seguía durmiendo en mi cama y luego miré que ponerme de ropa.

Una vez vestida bajé a la cocina donde me encontré a mis amigas, las miré con cara de desubicada y por fin alguien me explicó qué estaba pasando.

—Resulta que Sarah y Ginny han llegado hace un rato y las he invitado a pasar —Me explicó mi primo.

Como aún quedaban unos minutos, me senté al lado de mi mejor amiga para observar cómo Sarah ligaba con mi primo y no parecía irle nada mal, ya que habían quedado para ir a cenar ese mismo día. Mientras Sarah seguía hablando con Noah, me di cuenta de que Emily, mi hermana, no estaba en casa y por lo que yo sabía volvía a las 6:30 a.m.

—Noah, ¿sabes dónde está Em's? —le pregunté. Él dudó un poco hasta que finalmente me respondió:

—Sí, ahora la iba a buscar. Me ha dicho que estaba muy cansada y que no quería volver sola, así que le he dicho que almorzaba y me iba a buscarla al hospital.

—Vale, pero ve rápido que no quiero que esté allí sola mucho rato —Había un barrio cerca de donde trabajaba y no era muy buen sitio para pasear sola, cosa que siempre hacía para volver, aunque por suerte no sola.

—Va chicas que llegaremos tarde si no nos vamos ya —Dijo mi mejor amiga, la cual se levantó y se dirigió a la puerta, seguida de mí y de Sarah que se despidió con dos besos de Noah.

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Los viernes mi mejor amiga no se quedaba a comer en mi casa, ya que yo tenía turnos en el Hall's. Así que al llegar a mi habitación cogí mi uniforme marrón y me dirigí a la cafetería.

Una vez en la barra me quedé sentada observando la nada, hasta que por fin llegó un cliente: Emily.

—¿Me pones un café?, por favor —pidió mi hermana dejando la chaqueta en el taburete que tenía al lado.

—Aquí tienes —Le dejé la bebida delante de ella—. ¿Trabajaste mucho ayer por la noche? —le pregunté, ya que mi primo la había tenido que ir a buscar hoy por la mañana, así que supuse que había hecho el turno de noche y parte del turno de mañanas.

—Qué va, ayer me quedé a dormir en casa de Indira —su mejor amiga—. Esta mañana hemos ido de compras.

—Ah, pensaba que te habías quedado trabajando hasta tarde.

—Em... Bueno, ayer hice el turno de noche y luego Indi me pasó a buscar —dijo nerviosa—. Por cierto, ¿qué tal con tu pareja? —Preguntó cambiando rapido de tema.

—Bien.

Mentira.

—Me alegro. Bueno, me tengo que ir, adiós, floreta —Desde que empecé a estudiar el catalán Em's me había llamado así, ya que era su palabra favorita.

Y la única que sabía pronunciar.

—Adiós —dije mientras observaba como mi única clienta se iba.

Como no venía nadie, decidí empezar a escribir cosas que se me pasaban por la cabeza en mi libreta de dibujo, y así terminé escribiendo un poema.

Después de la hora punta, donde estuve bastante estresada, Zac se cambió de la mesa, en la que había estado durante toda esa hora, a la barra.

—¿Oye, este finde quieres venir a mi casa? Resulta que mañana iremos a una fiesta de no sé quién —Me comentó acercándose a mí.

—Hoy me voy al pueblo.