Capítulo 12

88 13 12
                                    

Llegamos a casa después de cenar, y en cuando pude me escabullí y me fui de allí. Estuve un rato en la pista de básquet intentando hablar con Sarah o con Ginny, pero ninguna de las dos me contestaba y en ese momento empecé a sentir un dolor en el pecho, me costaba respirar. Sin controlarlo se me empezaron a caer lágrimas por toda la cara.

¡MIERDA!

Odiaba llorar a la mínima que me pasaba algo. Solo lloraba por sentirme sola, y eso me hacía sentir inútil porque en la vida seguiria siendo así, débil, y yo no lo podía aguantar.

Lo de escribirle a mis amigas y que no me contestaran era algo normal, pero aun así me dolía. Ya me lo habían hecho millones de veces, pero aun así me afectaba.

Decidí no pensar mucho e ir a la playa, pero aun así no lo conseguí, estuve un rato escuchando música hasta que se me terminó la batería del móvil. No sé en qué momento ni el motivo, pero me metí al agua como si eso me aliviara el dolor. Estaba fría, pero no me importaba, me estiré boca arriba observando las nubes hasta que llegó Jack.

━━━━━━━༺༻━━━━━━━

—Creo que deberíamos volver a casa, a lo mejor están preocupados —Dije después de que el sol ya no se viera.

—Si necesitas más tiempo nos podemos quedar, ya le he enviado un mensaje a todos —Esas palabras me tranquilizaron—. ¿Por qué te has ido de casa?

—Necesitaba tiempo para mí —dije aún apoyada en su hombro.

—Si alguna otra vez, vuelves a necesitar tiempo, puedes decirlo; habla, seguro que hay gente que te escuchará. No puedes hacerlo todo sola Mad.

—Sí, claro —Dije sarcásticamente.

—¿Qué quieres decir?

—Les he escrito a mis amigas y no me han leído ningún mensaje. Entiendo que tengan su vida —Hice una pausa—. Mi madre me dijo una vez que la gente tiene su propia vida y sus mierdas y que nunca se preocuparan por la tuya a no ser que se lo pidas, pero yo no tengo tanto valor para pedírselo —sin poder aturarme al ver que me estaba abriendo a Baker, susurré—: Y cuando al menos intentó hablar de mis problemas, ellas no están.

—¿Y tu novio? Siempre hablas de tus amigas, pero ¿con él qué tal?

—Con él... es muy diferente. Cuando éramos amigos le intenté contar una cosa, y me escuchó, pero con él no me sirvió de absolutamente nada. No entendí muy bien por qué, pero luego me sentí peor, como si habérselo contado hubiese sido mala idea, como si fuese a utilizar eso en mi contra.

—Pero a lo mejor era porque erais amigos —hizo una pausa, para pensar como explicarse—. A lo mejor, como ahora tenéis más confianza, te va mejor hablar con él.

—Bueno, ya lo intentaré. Ahora mejor, voy a arreglar el desastre de casa —Él asintió y se puso de pie delante de mí, enseñándome las palmas de sus manos, ofreciéndome ayuda.

Me levanté sola y luego le empujé el pecho aunque no se movió.

—¿Una carrera hasta el coche? —dije ya a lo lejos.

—¡Serás tramposa! —grito él a mis espaldas.

Llegué la primera al coche y en cuanto me giré para ver como iba Jack, me lo encontré caminando fuera de la arena, en un pequeño camino que daba al coche.

Baker iba con una camisa blanca con algunos botones desabrochados y unos tejanos azul claro y se lo veía más atractivo de lo que me hubiese gustado admitir.

—No me voy a poner nunca más tejanos si tengo que verte. No sabes como pesan estos pantalones mojados —paró un momento a coger aire— ¡¿Te parece normal haberme hecho meterme al agua?! —Después de esa frase, me hizo una mirada de arriba abajo con descaro—. Bueno, al menos ha valido la pena —se le formo una sonrisa en los labios.

Todo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora