Todo Perdido

Capítulo 35

JACK

Cuando Madison bajo del coche, arranque y me dirigí al Hall's. Abrí la puerta y me dirigí a la barra, donde me encontré a Oliver, limpiando platos. Por como me miraba mi mejor amigo, yo no parecía estar escondiendo muy bien mi mal humor.

—¿Todo bien? —me preguntó.

—La verdad es que no, la hija de los amigos de mis padres me está volviendo loco y ya no sé cómo controlarme, no solamente eso, sino que además, me ha dedicado una canción. —Quise decirle, pero dije otra cosa totalmente diferente:

—Sí.

—¿Cómo llevas el trabajo para el viernes? Me has dado por culo porque querías ayuda, al menos espero que te haya servido —Asentí con la cabeza.

Estuvimos un rato en silencio.

—Lo siento —dijo frustrado el camarero—, sé que no quieres hablar de tus problemas, pero soy tu mejor amigo, podrías confiar un poco más en mí. A lo mejor te cuesta lo entiendo, pero odio estos silencios que llenamos, cuando no quieres hablar —me reí por la forma tan desesperada que tenía de hablar y luego me centre en lo que quería decirme.

—Está bien —el moreno que tenía delante se quedó atónito con mi respuesta. De normal no le contaba nada, pero supongo que Mad me había llevado al límite y no podía llevarlo solo—. Me gusta Madison y...

—Bueno, eso ya lo sabíamos —me interrumpió Oliver.

—Sí, la cosa es que hoy me ha dedicado una canción y no una cualquiera, «It's You» de Ali Gatie. ¿Has escuchado alguna vez esa canción? —él negó con la cabeza—. Pues te aseguro que con la voz de Parker es mil veces mejor.

—Entonces, ¿a qué viene tu cabreo?

—Viene a que luego me ha dicho que prefería olvidar lo que había pasado.

Ya no podía más, odiaba que Mad tuviese control sobre como me pudiera sentir, que controlara cada parte de mi cuerpo sin siquiera ella saberlo. Y aún odiaba como hacía que tuviera miedo de perderla, cuando no éramos nada.

—Por tu cara estás más que cabreado, eh —dijo con una sonrisa, y yo a modo de respuesta levanté una ceja—. Perdón —termino de limpiar los platos y se me acerco mientras se limpiaba las manos en su delantal—. Creo que le das más importancia de la que realmente tiene.

—No me digas —dije en tono irónico.

—Con esa actitud no te voy a ayudar.

Nunca había tenido pareja porque no creía en eso del amor eterno, —o como coño le diga la gente—, siempre he estado con chicas una semana o a lo mejor días, pero nunca he querido tener una relación de verdad viendo como le ha ido a Parker o a amigos míos, nunca terminan bien. Y con Mad eso sería aún peor, porque si algo entre nosotros fuese mal y rompiéramos nos tendríamos que ver los fines de semana y no lo podría soportar.

—Pues tú no me juzgues tanto.

—Yo te hablo desde mi punto de vista, y sobre mi relación con Ginny.

—¿Qué decís de mí? —preguntó la pelirroja desde la puerta. Luego se acercó a mi amigo y le dio un beso en los labios.

—Yo de verdad que no sé cómo lo hacéis para no cansaros el uno del otro —Ginny se rio, de lo que había dicho.

—Mady está constantemente preguntándome lo mismo —Al escuchar el nombre me tensé y mi amigo se empezó a reír—. Por cierto, hablando de Madison, ¿qué tal por el pueblo, con sus primos y tíos?