Ya había pasado una semana y Baker se había vuelto a entrometer en mi relación, así que empecé a trazar mi siguiente plan para fastidiar a Jack Baker. Él quería arruinarme la relación, pues que se asumiera a las consecuencias.
Después de comer, aproveché que él estaba en el jardín con su padre y me asomé en su cuarto, entonces cogí la caja que anteriormente había dejado en el suelo. Acto seguido estaba llenando toda su habitación con barro que había guardado de un día de lluvia. Al sacarlo de la bolsa un olor tremendamente fuerte me dio en la cara.
Rájate.
No.
No quería rajarme porque Jack seguía haciendo de las suyas.
Total era barro, se podía limpiar, ¿no?
Lo comprobaremos hoy.
Después de ese acto de venganza me fui a la cocina, donde se encontraban Noah y Luck, otra vez se callaron de golpe. Aunque esa vez sí me molesto.
—¿Se puede saber qué pasa? —se me quedaron mirando sin entender nada—. Es que siempre que me veis paráis de hablar.
Mi primo miró a su amigo en modo de pánico, y mientras se comunicaban por telepatía, yo me serví una taza de cereales. Me senté al lado de Luck y miré a Noah que estaba cocinando algo de sus comidas raras.
—¿Y bien? —dije esperando respuestas.
—Resulta que me gusta Sarah —dijo mi primo.
—¡¿Sarah?!
—Sí... —Afirmó con precaución.
Me quedé un rato analizando, hasta que por fin dije:
—Eso... ¡Eso es genial!
No me dio tiempo de hablar, cuando oímos bajar a Baker por las escaleras y no parecía la persona más encantadora del momento.
—¡Madison Evelyn Parker! —gruñó Jack entrando en la cocina.
No reaccioné, estaba congelada en mi sitio.
—¡¿Qué le has hecho a mi habitación?!
¿A lo mejor nos hemos pasado?
Puede ser, pero él casi nos deja soltera.
Si quieres poner eso como escusa...
—Bueno... —No sabía qué decir.
—¿Qué ha hecho? —preguntó Luck intrigado.
—Que lo explique ella —dijo mirándome con los brazos cruzados.
—A lo mejor... Queriendo vengarme... Y le he llenado la habitación de barro...
—Un barro que huele realmente mal —añadió el propietario de la habitación.
—¡¿QUÉ?! —dijeron Luck y Noah a la vez.
—Suerte que me ensuciaste la ropa el otro día y está aún en la lavandería.
—Ves tampoco es todo taan malo... —dije intentando mejorar la situación.
—Como tus padres se entren, te castigan de por vida —confirmó mi primo.
—Está bien... Vamos a limpiarlo. —dije levantándome de la silla.
—¿Vamos? —Preguntó Baker—. Yo no lo pienso limpiar.
—No me jodas, que cuando tú has podido también me has fastidiado.
—A ver dime una vez que haya estado al mismo nivel —dijo metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.
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Todo Perdido
RomanceMadison Parker, su pasión siempre ha sido la música y el vóley, ya que la ayudan a alejarse del mundo. Ya no se siente viva como cuando era pequeña, así que tomará muchas decisiones que le repercutirán a lo largo de su vida. Jack Baker, estudiante d...