Capítulo 7

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-¿¡Qué creen que hacen!? -Sapnap comienza a romper y quitar las cintas como puede- ¡Este es mi parque!

-Cálmate o llamaremos a la policía.

-¡Llamen a quien quieran, no me importa!

Sapnap sigue rompiendo todo a su paso, mientras un hombre lo persigue para detenerlo.

Por otra parte, la madre de Karl es quien se encarga de llamar a la policía. Con Sapnap destruyendo todas las cintas nunca iban a terminar su trabajo.

El hombre lo toma con fuerza del brazo y se comienzan a escuchar las sirenas cerca, por lo que Sapnap se suelta del agarre y se echa a correr hacia los dos skates que se habían quedado en la deriva.

-¿Karl? -pregunta en voz baja, buscándolo por todas partes- Hijo de puta...

...

No hay señales de Sapnap en todo el día. Karl se pregunta qué tan seguido Sapnap falta a clases, ni siquiera tiene idea de porqué va después de tener tantas faltas o tardanzas.

Debido a que Sapnap no está presente, se atreve a sentarse con él resto de los Kool Kids durante el receso.

-¿Puedo?

-No creo que haya ningún problema si Sapnap no está -dice Dream.

-¿Puedo hacerles una pregunta? -todos asienten, prestándole atención- ¿Por qué Sapnap sigue estudiando si no le gusta ni le interesa?

-Es una gran pregunta que ninguno podría responderte porque tampoco lo sabemos. Supongo que viene por aburrimiento -responde George-. Normalmente cuando viene suele quedarse todo el día.

-Él solo viene a cuidarme -dice Callahan en voz baja.

-Después de todo Sapnap no es un chico malo -agrega Dream-. Tiene un lindo corazón que oculta porque no es "kool".

Karl quería creer que así era. Sapnap no parecía un tipo del todo malo. Puede que si tenga una personalidad agresiva, pero si lo que decía Dream era cierto, puede que su personalidad sea un método de defensa.

...

Al final de las clases todos se van al parque. Karl tiene miedo de decirles que lo van a cerrar y destruir, más sabiendo que sus padres están detrás de eso. Sin embargo, cuando llegan ya no hay ninguna cinta de seguridad, es más, Sapnap está en el centro del parque durmiendo sobre los dos skates, con su gorra tapando su cara.

—¡Hey, hombre! —lo llama Sam, acercándose hacia Sapnap— ¿Te has quedado toda la noche otra vez?

Sapnap se sienta sobre su skate, viendo confundido a todos hasta que ve a Karl y mira hacia otro lado con enojo.

—Unos idiotas trataban de cerrar el parque. Me tuve que quedar cuidando a que no volvieran, porque un cobarde me dejó aquí solo —Sapnap voltea a verlo con odio irradiando en sus ojos—. Gracias por nada, Karl.

—Lo siento, yo...

—Vete a la mierda y despídete de ser un Kool Kid. Los Kool Kids no abandonan a otros Kool Kids.

Karl clava sus uñas en su skate para no llorar. Intenta no parecer afectado. No quiere que lo conozcan por ser un llorón.

—De verdad lo siento, Sapnap. Me quedaré esta noche. Yo cuidaré el parque.

George lo mira preocupado y se acerca para susurrarle al oído.

—No es necesario que hagas eso. Solo está enojado, ya se le va a pasar.

—Me quedaré hasta mañana e incluso durante las horas de clases si es necesario.

—Las palabras no son suficientes, necesito ver que lo hagas.

—Te prometo que lo haré, pero necesito que me prometas que me seguirás enseñando si cumplo mi promesa —Karl estira su mano hacia Sapnap.

—Bien. Nos quedaremos los dos cuidando el parque —Sapnap toma su mano con fuerza.

Cuando todos se fueron quedaron los dos solos. Sapnap en una echado en una esquina usando su skate como almohada y bebiendo su monster mientras revisaba su celular. Mientras que Karl daba vueltas por el parque intentando hacer algunos trucos que le había enseñado Dream con George en la tarde.

Para que sus padres no se preocuparan, Karl les había dicho la excusa de que se quedaría a dormir en casa de un amigo, ya que debían hacer un trabajo grupal para el día siguiente y que probablemente terminarían muy tarde. A lo que sus padres aceptaron sin darle muchas vueltas.

De rato en rato, Sapnap le daba pequeñas miraditas a Karl, en parte para juzgarlo en su mente y porque le divertía ver cómo se caía.

—Bebé, deberías parar, no vaya a ser que te fractures —dijo Sapnap con clara burla.

—No me digas bebé.

—¿Por qué? ¿Te pongo nervioso?

—No me gusta que me trates con esos apodos.

—¿Te gustan los hombres?

—No es de tu incumbencia.

—Tienes cara de que sí y por lo que ni lo has negado voy a suponer que sí. ¿Has tenido novio?

—No estamos en ese nivel de confianza.

Karl se detiene frente a Sapnap y se sienta sobre su skate frente al más bajo. Sapnap tiene esa mirada altanera que dice "no me intimidas" a todo el mundo. Rompe las reglas y no le teme a las consecuencias.

—Ya es tarde. Deberías irte a casa —le dice Sapnap, provocando a que no cumpla su promesa.

—He dicho que voy a quedarme incluso en horas de clases si es necesario.

—Sinceramente no te creo. Ya verás que en unas horas no soportarás el frío y correrás como una niña hacia tu casa.

Karl rueda los ojos. Ha lidiado con personas así antes, por lo que no le puede hacer sentir mal tan fácil.

—Burlarte de otros no te hace más hombre.

—¿Qué? —dice Sapnap alzando una ceja, aún con esa sonrisa burlona.

—No consigues nada burlándote de otros o haciéndolos de menos. Eso solo demuestra lo dañada que tienes tu autoestima, ya que solo sientes que vales más haciendo al resto de menos.

—No digas mamadas, Karl.

Sapnap lo toma del hombro con fuerza y lo atrae hacia él tan cerca que Karl puede sentir su respiración contra su oído.

—Calladito te ves más bonito.

Kool Kids [Karlnap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora