Capítulo 21

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Karl despierta sintiendo el frío vacío al lado suyo. Abre los ojos asustado al darse cuenta que no está. No quiere creer que Sapnap es un mentiroso y que nuevamente lo abandonó sin decir nada. No quiere perderlo nuevamente y tener que continuar su vida como si Sapnap nunca hubiera aparecido en su vida.

Sin embargo, antes de que pueda guardarle un poco de odio por dejarlo, la puerta de su baño se abre y aparece Sapnap que instantáneamente le sonríe al verlo despierto.

—Espero no haberte asustado. Tenía muchas ganas de ir al baño y no despertabas —dice, volviendo a acostarse en la cama.

—Pensé que te habías ido.

—Ya te lo he dicho, Karl. No me voy a ir a menos que sea contigo.

—¿Y a dónde irás ahora?

—De eso no te preocupes. Ya veré que hago. Hoy iré a hablar con Dream y con Punz. Debo arreglar unos asuntos con ellos.

—¿Quieres que te acompañe?

—No, lo mejor será que vaya solo.

Así termina desayunando junto a los padres de Karl antes de que Sapnap salga a arreglar sus asuntos pendientes. Por suerte sus padres no parecían estar tan disgustados con la presencia de Sapnap.

—Muchas gracias por todo, pero me tengo que retirar. Nos vemos, Karl —Sapnap le da un beso en la frente, haciendo que este se avergüence, ya que sus padres estaban presentes.

Sapnap estaba tan raro últimamente que a veces no lo reconocía.

...

Toca el timbre por quinta vez esperando a que alguien le abra, mientras maldice una y otra vez a Dream en su mente.

Ni siquiera tenía otra forma de comunicarse con él, ya que había vendido su celular para tener algo de dinero.

Está por marcharse cuando Dream aparece como un fantasma al lado suyo y obviamente en compañía de George.

—¿Qué haces aquí? —pregunta Dream un poco distante.

—Vine a hablar contigo... para arreglar las cosas.

—¿Y con George?

—¿Qué tiene que ver él aquí?

—Por si no te diste cuenta estoy justo aquí —habla George, cruzándose de brazos.

—Bien. Hablaré con los dos.

Dream lo deja pasar a su casa y ahí Sapnap se da cuenta porqué nadie le abría, simplemente no había nadie.

El dueño de la casa los lleva hasta su habitación y se queda parado frente a Sapnap esperando que diga algo.

—¿Y bien?

—Pues eso... Lo siento. Lo siento por tratarte, tratarlos —se corrige— de esa forma el otro día. Estaba estresado y aún lo estoy. Para ustedes tal vez no signifique tanto como para mí, pero el skate ha sido lo único bueno en mi vida que he tenido en mucho tiempo. He perdido lo que más amaba frente a mis ojos y ahora tengo que ver pasar todos los días frente a mis ojos como destruyen mis sueños. Seré franco, no los considero mis amigos, porque nunca nos hemos tratado como tal. Solo quiero estar bien con ustedes, porque Karl los aprecia y él odiaría que nos llevemos mal.

—¿O sea si no fuera por Karl nos seguirías tratando mal? —pregunta Dream un poco molesto aún.

—Les acabo de pedir perdón, ¿no pueden solo aceptarlo?

—No, porque no lo sientes de verdad. Además, no mereces a Karl. Él es la persona más buena del mundo con el corazón más puro que alguien podría tener —explicar George— y tú... tú ni siquiera tienes corazón. Lo llenarás de ilusiones y luego se dará cuenta que eres un fracasado y te dejará.

—Karl no haría eso.

—Pues lo hará, porque él merece alguien mejor, alguien que no le haya lastimado como tú. Dices que siempre te ha gustado, pero desde el primer día que llegó lo has tratado mal. Eso no es amor, Sapnap. Si amas algo de verdad, déjalo ir.

—No sabes nada de mí, George. Por eso no quería hablar contigo. Siempre abres el hocico aunque no te lo pidan. Si quieres abrir algo, abre las piernas para Dream, pero ahora te callas.

—Sapnap, por favor, vete. Si vas a venir a insultar a mi novio mejor no vengas.

—¡No es mi culpa que se meta donde no debe!

—Vete, Sapnap.

—Hagamos las paces, Dream. Estoy en la mierda ahora. Al menos finge estar bien conmigo... es por Karl —Sapnap lo mira con ojos de cachorro.

—Puedo fingir, pero no me agradas.

—Gracias.

Sapnap sale de esa casa lo más rápido que puede. Ya había escalado el eslabón más alto, hablar con Sam sería mucho más fácil, ya que este nunca podría odiarlo.

Toca su puerta y no tarda en abrirle, aunque se ve sorprendido de encontrarlo ahí.

—Volviste...

—¿Creíste que me había matado?

—No pensé que te volvería a ver. Todos andaban rumoreando con que te habías quitado la vida. ¿Vas a volver a la escuela?

—Pensé que me ibas a guardar rencor.

—Me has gritado cosas peores y seguimos siendo amigos. Te conozco, Sapnap. Podrás actuar como idiota, pero tienes sentimientos muy en el fondo de tu ser.

—Me voy a casar.

—¿¡¿Qué?!?

—Con Karl. Aún no lo sabe, pero lo llevaré lejos de aquí y nos casaremos.

—Estás loco. Eres menor de edad, no puedes casarte. ¿Al menos crees que Karl va a aceptar?

—Yo sé que lo hará. Él me dijo que iría conmigo a donde fuese que vaya.

—Creo que todas esas semanas desaparecido te han hecho daño. Ven, quédate en mi casa hasta que tu cabeza funcione nuevamente.

—Solo escuché que me invitaste a quedarme en tu casa, así que aceptaré. Es lindo estar de vuelta.

Sapnap empuja a su mejor amigo para darse paso a su nuevo hogar temporal hasta que Sam se canse de él.

Kool Kids [Karlnap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora